El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llamó «hijo de puta» y «defensor de terroristas» al magistrado titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), Luis Roberto Barroso. Con él protagoniza en la última semana un enconado enfrentamiento a raíz de los ataques sin pruebas del líder de ultraderecha contra el sistema de votación electrónico.
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Bolsonaro visita Joinville, en el estado de Santa Catarina, para intervenir en un concentración de motoristas en su apoyo. Lo grabaron diciendo «ese hijo de puta va y hace eso, ese hijo de puta de Barroso», mientras saludaba y se fotografiaba con sus seguidores.
Un presidente en guerra contra la votación electrónica
Ese baño de masas que acostumbra a darse Bolsonaro lo hace sin respetar ningún tipo de restricción impuesta por el coronavirus. Allí dio a entender que el juez Barroso envió a una serie de personas que le increparon momentos antes.
Poco después dijo que no ofendió a ningún magistrado del Supremo. Aclaró que solo «mencionó» que Barroso es «defensor del terrorista» Cesare Battisti- Además, que «está a favor del aborto, de liberalizar las drogas» y de reducir la edad de consentimiento «para violaciones».
«Quiere que nuestras hijas y nietas de doce años tengan relaciones sexuales sin que haya problema ninguno», detalló el presidente brasileño.
Y acusó al Supremo, de querer volver a «la corrupción y a la impunidad».
De vuelta a sus ataques a las máquinas de votación electrónicas, el presidente Bolsonaro afirma que Barroso «debería estar orgulloso de poder escuchar la verdad» que le ofrece.
«Dice que las urnas son inviolables (…). Este tipo de personas quiere decidir las elecciones del próximo año», expresó el presidente. «Quiero elecciones democráticas, sin media docena de personas contando votos en un cuarto oscuro», agregó.