Héctor Espinosa dejó la dirección de la PDI en junio pasado. Desde entonces ha sabido del anuncio de una querella del Consejo de Defensa del Estado (CDE) y ahora de una solicitud de formalización del Ministerio Público. Esto último ya que el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos, presentó su petición al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago por los presuntos cargos de malversación de caudales públicos, falsificación de instrumento público y lavado de activos.
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Según publicó La Tercera, a Héctor Espinosa el fiscal Campos lo indagaba desde el 31 de diciembre de 2020. En ese entonces la Unidad de Análisis Financiero reportó operaciones financieras sospechosas por parte del director de la PDI. En la formalización también se incluye a la esposa de Espinosa y a uno de sus ayudantes. Se trata de una investigación que, hasta ahora, involucra el manejo de $140 millones.
Entre junio de 2015 y marzo de 2017, al director de la PDI se le detectaron 53 depósitos en dinero en efectivos. En total suman alrededor de $140 millones. El dinero se depositó en las cuentas corrientes que Espinosa y su cónyuge tienen en el Banco de Chile. Fueron montos en torno a $1 millón. También hubo depósitos en una cuenta de Héctor Espinosa en el BancoEstado. La esposa de Espinosa es funcionaria de Impuestos Internos.
Entre 2015 y 2018 en su calidad de director de la PDI tuvo acceso a $1.300 millones de gastos reservados. Cada mes usó entre $30 millones y $51 millones. Una vez ocupó $97 millones. Se justificaron por la ley de Inteligencia o por investigaciones de narcotráfico.