Hoy se entregó el veredicto del caso OAS, en el que Marco Enríquez-Ominami (ME-O) zafó y fue absuelto, sorteando un nuevo escollo para concretar su candidatura presidencial.
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Sin embargo, su exasesor, Cristián Warner, fue condenado por fraude tributario.
El 4° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago confirmó la emisión de facturas ideológicamente falsas a la constructora indagada por corrupción en Chile.
Sin embargo, la Fiscalía y el CDE no pudieron acreditar el fraude de subvenciones por el que se acusaba al candidato presidencial, «más allá de toda duda razonable».
La Fiscalía Centro Norte presentó en su acusación que en las elecciones presidenciales de 2013, ME-O, habría rendido más dinero del que realmente utilizó para su campaña, recibiendo un reembolso mayor al que le correspondía de parte del Servicio Electoral.
Warner, en tanto, fue acusado por delitos tributarios que se relacionan con la emisión que realizó su empresa Conosur Research de dos facturas que sumaban más de $54 millones de pesos a la filial chilena de la empresa OAS -vinculada a casos de corrupción en Brasil-, las que según el Ministerio Público fueron pagadas, pese a que no se realizaron los servicios.