Mario Marcel, presidente del Banco Central (BC), reafirmó este fin de semana las conclusiones del Informe de Política Monetaria (IPoM), en el que se explicaron las razones del aumento de 75 puntos base en la tasa de interés y los negativos efectos que para la economía nacional tendría un eventual cuarto retiro del 10% de los fondos de pensiones en una escalada inflacionaria a futuro en el país.
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En ese contexto fue que Marcel argumentó que la obligación del BC es «mantener la inflación baja y estable», de modo que el impacto inflacionario no termine afectando a la población nacional debido a la mayor liquidez existente en el mercado gracias a los dineros aportados en beneficios del Estado, como los IFE, y los dineros producto de los retiros de las AFP.
En entrevista con Pulso, el economista reafirmó sus conceptos en torno a que «en el marco de los apoyos fiscales y el acceso a liquidez que han tenido las personas, el comportamiento del consumo ha sido más dinámico de lo que anticipamos», motivo por el que la institución que preside debió tomar la medida de aumentar la tasa de interés para evitar una potencial devaluación del peso.
Marcel y el blindaje de las familias más ricas de Chile ante la inflación
Sin embargo, en su argumentación el profesional también aludió a que esta situación de «sobrecalentamiento» de la economía no afectaría a las siete familias más ricas del país, considerando que la «gente que tiene más recursos tiene mucho mecanismos para protegerse de la inflación».
«El mandato del BC es mantener la inflación baja y estable, y a las siete familias más ricas del país no les afecta la inflación. La gente que tiene más recursos tiene muchos mecanismos para protegerse de la inflación: inversiones en el exterior, propiedades, entre otros. A quienes les afecta la inflación es a los más pobres», afirmó Marcel, quien reconoció que la crítica de sectores políticos a favor de los retiros de fondos de pensiones, respecto que «al velar por el mercado de capitales, el BC defiende los intereses de los poderosos», afecta a mayor parte de la población nacional.
«Un mercado de capitales profundo, transparente y competitivo, sirve a todos: financia al Fisco, al mercado hipotecario y al de infraestructura, entre otros. A su vez, las crisis financieras siempre afectan a la población que, además, termina pagando la cuenta, como ocurrió en la década de los ochenta», finalizó.
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