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Y no fue por el precio: joven muere luego de beber gasolina desde manguera del estanque del auto

El drama que costó la vida a un hombre se produjo cuando bebió gasolina por accidente en medio del mercado negro de combustible que afecta a Siria.

(Hussein Malla/AP)

Un hombre sirio murió luego de tragar accidentalmente la gasolina que chupaba del tanque de su vehículo con ayuda de un tubo plástico. Así lo reportó hoy la agencia noticiosa nacional de Líbano.

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La Agencia Noticiosa Nacional Libanesa dijo que el joven e de Bhannine murió en el hospital al que fue llevado tras ingerir la gasolina del tanque de su coche. No dio más detalles y la policía no estaba disponible de inmediato para hacer comentarios.

Líbano vive una severa escasez de combustible que lleva la gente a acaparar gasolina y acudir al mercado negro, al tiempo que muchos negocios se vieron forzados a cerrar. Una escasez de diésel causa además apagones largos, en un país muy dependiente de generadores privados de electricidad.

Colas de kilómetros de automovilistas que buscaban cargar sus tanques son algo diario en las gasolineras de todo el país. Las filas largas a menudo terminan en caos y, en ocasiones, violencia.

Mercado negro de la gasolina

En medio de la crisis, algunas personas venden gasolina en las calles en botellas plásticas. Las personas a veces usan mangueras plásticas para chupar gasolina de los tanques. Así llenan botellas para vender el combustible en el mercado negro o llenar otros vehículos.

También brotó el contrabando de combustible hacia la vecina Siria, en vehículos privados o en camiones, y muchos culpan de esto al agravamiento de la crisis.

Desde hace décadas Líbano sufre apagones, en parte debido a una corrupción generalizada y una mala administración. Las reservas extranjeras se agotan y la inflación y el desempleo se disparan en la nación mediterránea de 6 millones de habitantes, entre ellos un millón de refugiados sirios.

La situación empeoró drásticamente en los últimos meses, en especial luego de que el banco central decidió no subsidiar los combustibles. Los precios son ahora 10 veces más altos que el año pasado.

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