“Siempre frita, nunca infrita”: la “tristeza” de una sopaipilla porque la hicieron al horno que enloqueció a las redes sociales

Hace frío y cuando miré por la ventana esta mañana mi primera palabra fue: sopaipilla. Es que esta tradicional masa es una parte importante de la dieta de los chilenos, especialmente en días de lluvia, como el que se anuncia para este miércoles.

Por eso es que no es extraño que las redes sociales comiencen a llenarse de imágenes de esa masa amarilla, frita y calientita que me imagino comer hoy. Sin embargo, hubo una foto que llegó a Twitter que llamó la atención, por la particular «actitud» de la sopaipilla.

Todo porque la usuaria @cataaaamorales compartió cómo la masa «se puso triste» porque en pos de la dieta decidió cocerla en el horno y no en el aceite caliente, como dice la tradición.

«Mi hermano hizo sopaipillas y yo puse una al horno porque dieta y la sopaipilla se entristeció», posteó la joven junto a la foto de la sopaipilla, desatando una serie de divertidos comentarios.

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«Siempre frita»

«Obvio. El espíritu de una sopaipilla esta en la fritanga!!», fue una de las respuestas que se podía leer ante el divertido comentario.

«Literal que se ofendió (siempre frita, nunca infrita)», agregó otro.

Igual, y sólo para el registro, se calcula que una sopaipilla de cerca de 50 gramos, tiene 130 calorías, mientras que si decide comerse esa misma sopaipilla, pero pasada, sube a  190 calorías.

Y ojo, que es fácil comer varias, porque son demasiado ricas, así que considere que podría llegar a consumir cerca de mi calorías -cerca de la mitad de lo que un adulto sano debe consumir al día- si es que se come unas cinco.

Receta de sopaipillas

Aún así, si quiere comer y es bueno para cocinar, le compartimos una receta de las tradicionales sopaipillas. Anote los ingredientes: 1 taza de zapallo cocido y molido, 3 cucharadas de manteca derretida, 1 cucharadita de sal, 2 tazas de harina, media taza de leche o agua caliente y medio litro o más de aceite para freír.

Cuando ya juntó todo, limpie su mesa y haga un «volcán» con la harina, en el medio vierta la manteca derretida con la leche o el agua, la sal y el zapallo previamente molido hasta formar una pasta suave, mezcle todo y amase.

Cuando la masa esté lista -que no se le pegue en las manos- córtelas y póngalas a freír en el aceite calentado a fuego alto.

Ahora si no quiere cocinas, pues busque un carrito y disfrute.