Según expertos marinos, este ejemplar de cetáceo reniega ante el contacto con materiales artificiales, tales como trajes de buceo. Específicamente, las belugas tienen una pequeña joroba en la cabeza que utilizan para eco-localización y se pensaba que habría más posibilidades de entablar una relación con ellas sin la ropa como una barrera.
Es por ello que esta buzo experto se despojó de su traje, e intentó domar a Matrena y Vilma. El resultado de la prueba fue exitoso.
Las belugas son famosas por ser capaces de transmitir a través de su rostro, expresiones similares a las de un ser humano.
Esta curiosa domesticación de ballenas ocurrió en la región de Murmansk Oblast en el extremo norte-oeste de Rusia, a la orilla del mar Blanco, cerca de la sucursal del Círculo Polar Ártico de la Dophinarium Utrish.
