Duke Nukem destruye a sus enemigos a puñetazos, bebe cerveza para recuperar fuerzas y se pasa el día haciendo chistes de mal gusto sobre “mujercitas”. Nunca fue un ejemplo de buenas maneras y ahora regresa a las consolas más irreverente que nunca, 15 años después de arrasar con “Duke Nukem 3D“.
Sus fans llevan años esperando una secuela de esta franquicia que ayudó a consolidar el género de los “shooter” en primera persona al tiempo que añadía a las aventuras virtuales del personaje y chistes fáciles de contenido escatológico.
Duke Nukem tendrá que acabar con alienígenas voladores con tentáculos, cerdos-policías y generales extraterrestres gigantes empleando técnicas tan poco convencionales como utilizar un rayo reductor para matarlos de un pisotón o congelarlos para hacerlos añicos de un golpe.
“Duke hace las cosas a su modo y su modo es muy divertido”, comenta Pitchford en uno de los vídeos promocionales del juego, que ha recibido la calificación de “no apto para menores de 18 años”.
La asociación norteamericana encargada de la calificación de los videojuegos, ESRB, detalla en su informe los motivos que le han llevado a elevar la edad apta para este título hasta los 18 años y cita algunas escenas en las que los alienígenas son empalados o se muestra cómo dos chicas practican una felación al protagonista.
Pese a lo explícito de las escenas de sexo y violencia, la realidad es que es precisamente eso lo que se espera de un título que transcurre en locales de “striptease” y tiene como gancho a un personaje que rebosa testosterona y es autor de frases como: “Mi trabajo aquí es repartir golpes y mascar chicle. Y me he quedado sin chicle”.
En la era del “Call of Duty” es difícil que “Duke Nukem Forever” -título que sale este viernes 10 de junio a la venta en todo el mundo, excepto en EEUU, donde habrá que esperar hasta el día 14 para adquirirlo-, marque un antes y un después por sus gráficos y su realismo.
Sin embargo, está por ver si “el rey”, “el ejército de un solo hombre”, conserva, pese al paso de los años, su gancho como personaje y es capaz de mantener el tipo entre la generación que le conoció a través del PC hace dos décadas y enganchar a los jóvenes que han crecido con títulos que aspiran a un realismo casi cinematográfico.
EFE
