El joven mediocampista chileno Marcelino Núñez, quien ayer martes tuvo su gran presentación como refuerzo del Norwich City de Inglaterra, utilizó su cuenta en Instagram para despedirse de Universidad Católica. En su publicación, el futbolista de 22 años tuvo especiales palabras para su descubridor, Alfonso Garcés, como también para la fanaticada cruzada.
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“Tengo un gran sentimiento en mi corazón y hoy me cuesta encontrar palabras para describirlo. Quiero dar a conocer esto a quienes me han apoyado durante estos 13 años de esfuerzo y sacrificio para poder llegar a donde estoy hoy, siempre agradecido de Dios por todo su amor y bondad hacia mí”, partió expresando el oriundo de Colina.
Tras ello vino su cariñoso mensaje a Alfonso Garcés, reconocido jefe de captación de Universidad Católica, quien tiene el mérito de haber descubierto a distintos talentos, como Gary Medel, Mauricio Isla, Felipe Gutiérrez o Nicolás Castillo, entre otros, además del propio Marcelino.
“Agradezco a Don Alfonso Garcés por creer en ese pequeño niño de 9 años que captó en aquel 2009. Gracias por brindarme siempre palabras de aliento, consejos interminables y gracias por creer en mis capacidades como profesional”, escribió el ahora jugador del Norwich City.
“Eran mi corazón dentro de la cancha”
Por otro lado, Marcelino Núñez expresó agradecimientos a la UC como club y a todas las personas que lo ayudaron en su crecimiento como futbolista. “Quiero también dar las gracias a mi institución Universidad Católica por brindar experiencias, cuidados, enseñarme toda la determinación como profesional para llegar a este momento de mi carrera. Agradezco al cuerpo técnico de aquel entonces que me dio la gran oportunidad de mi carrera para debutar en el fútbol profesional, porque vieron mis capacidades y siempre tuve el apoyo que necesite para seguir creciendo”, manifestó.
El seleccionado nacional continuó con sus agradecimientos y para la hinchada dejó las siguientes palabras: “Me dirijo a todos los cruzados y cruzadas porque siempre sentí su apoyo en cada aliento, en cada cántico y grito, si bien ustedes estuvieron en las buenas y malas con nuestro equipo, siempre les quise brindar alegría con cada partido en el que fui parte para así poder alegrarles con cada jugada, agradezco de corazón el amor que me brindaron porque creyeron en ese canterano del barrio que llego a crecer con ustedes. Eran mi corazón dentro de la cancha”.
“Gracias a mis padres, familia y representantes por el sacrificio, sus enseñanzas y levantar mis brazos en cada una de las pruebas que llevó mi carrera a esto, hoy me siento feliz por cumplir en cierto modo algunas de mis metas, dejo a mi Católica querida de blanco y azul colores de mis amores con buenos torneos ganados siendo tetracampeones, aquellos colores que marcan generaciones de muchas familias. Gracias cruzados, gracias Chile. Nuevas metas ¡Vamos por más!”, cerró.
