El multimedallista luchador grecorromano cubano-chileno, Yasmani Acosta, reveló este lunes que gracias a la aplicación de citas Tinder pudo conocer a su actual pareja, Romina Sepúlveda, con quien lleva ya siete años de una consolidada relación amorosa.
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En conversación con lun.com, el galardonado deportista nacional dio cuenta de las peripecias por las que tuvo que pasar para radicarse en nuestro país, y los esfuerzos que debió realizar para continuar con su carrera deportiva con los colores de Chile.
La pareja de Yasmani Acosta
“Era algo que tenía pensado desde hacía un tiempo (radicarse en nuestro país). Incluso yo le decía a mi mamá, a modo de broma, que alguna vez me quedaría en otro país y ella se ponía triste”, contó el deportista.
“Pero era algo que yo decidí desde que mi amigo Andrés Ayub (otro destacado luchador grecorromano chileno) me habló de Chile. Y cuando me tocó competir en 2015 en Santiago, aproveché la oportunidad y me quedé”, agregó.
Sin embargo, ese no fue el mayor inconveniente para Yasmani, cuya mayor pena estos ocho años alejado de su natal Cuba, fue el alejarse de sus vínculos familiares. Una deuda que pudo saldar hace un tiempo gracias a la visita de su madre a Chile.
“La verdad es que mi mamá pudo venir a Chile a visitarme porque ella tiene permiso para salir de Cuba. Y yo este año cumplí los ocho años de prohibición de ingreso, así que tengo la intención de volver a Cuba en septiembre”, reconoció el deportista, quien espera conectar con sus amigos y familiares en su retorno a la isla.
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“A mis amigos del barrio, a mis primos y tíos. Y claro, la playa. En Chile no me puedo meter al mar por lo helada que son las aguas. Quiero meterme al mar en Cuba”, dijo Acosta, quien estos años en el país ha podido superar la ausencia de cariño familiar gracias a su pareja, a quien conoció mediante Tinder.
“Tengo amigos y también una pareja, Romina (Sepúlveda) con la que llevo siete años de pololeo (...) la conocí por Tinder, jajajá. Usé ese sistema incentivado por mis amigos cubanos. Y estuve como dos semanas sin hacer match con nadie. Llegué a pensar que a las chilenas no les gustaban los morenitos altos y forzudos. Hasta que de repente tuve dos matchs”, reveló Yamani.
“Una era de Santiago y la otra de Valparaíso. Primero me junté con la de Santiago, en el Parque Bustamante. No pasó nada porque, en verdad, era publicidad engañosa su foto de Tinder donde tenía 15 años menos y 20 kilos menos. Contacté a la de Valparaíso y quedamos de juntarnos allá. Después de un turno de guardia, agarré un bus. Le dije antes a mis compañeros que si no volvía temprano es porque me había ido bien. Y conocí a Romina. Me ha ido bien”, finalizó.