En el marco de la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down (21 de marzo) la animadora Julia Vial conversó con Publimetro sobre cómo fue el proceso para ella de pasar del miedo, a la felicidad máxima junto a su hija Juli (12).
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“Yo me enteré en el embarazo, casi a los cuatro meses que mi hija tenía esta condición (trisomía 21) y fue un tremendo desafío. Al principio el miedo te inmoviliza, no sabes cómo vas a ayudarla, pero después, conocí gente maravillosa que me dijeron que los miedos irían despareciendo”.
Doce años después, Julia es parte del directorio en la fundación “Olimpiadas Especiales” y colabora en el Centro Universidad Católica Síndrome de Down, donde ya entrenaron el primer departamento adaptado para que los jóvenes tengan la experiencia de vivir solos.
“A los largo de estos 12 años he acompañado a muchos padres que se han enterado en el parto o embarazo que su hijo viene con síndrome de down. Es una forma de devolver la mano, tal como lo hicieron conmigo en un comienzo. Yo tampoco sabía que hacer al principio, pero se forma una cadena fantástica que te van guiando y ayudándote a enfrentar este gran desafío que ha sido realmente maravilloso”.
La periodista cuenta que Juli va a un colegio inclusivo y es la única de su curso con síndrome de down. Fanática de las canciones Disney y Soda Stereo, se desenvuelve como cualquier otra niña de su edad, gracias a la estimulación temprana que hicieron como padres. Pero, lamenta que no todos tengan las mismas posibilidades.
“La Juli tiene grandes amigas, la apoyan muchísimo y no hay diferencias. En ese sentido ella es una afortunada, porque está super integrada, pero no siempre es así. Ella tuvo la posibilidad de buenas terapias, estimulación temprana, pero lamentablemente en Chile no todos los niños que tienen esta condición tienen la misma oportunidad”.
Si bien, confiesa que hemos evolucionado como sociedad “de hecho ya casi nadie usa términos discriminatorios”, enfatiza que “aún falta mucho por hacer”, agradeciendo de igual forma que “estamos en mejor pie que hace años atrás”.
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Lo principal para ella, es el apoyo constante de los padres a sus hijos y reforzarles la personalidad para que se desenvuelvan de igual a igual, conscientes de sus diferencias.
“Desde muy chica le hemos reforzado mucho la autoestima para que nunca se sienta en menos, sino que igual al resto, con sus diferencias y con sus particularidades como todo el mundo. Las personas con síndrome de down son personas como cualquier otra, que no hay que ponerles límites y que son capaces de todo, pero a su propio ritmo”, explica.
La sobreprotección no los ayuda
“A los papás primerizos les diría que no se dejen invadir por el miedo, porque irá desapareciendo. Los niños son personas maravillosas, muy bondadosas y perseverantes. A lo mejor, hay cosas que les cuesten más, pero ahí uno debe esforzarse y ayudarlos hasta que lo logren”.
“Lo principal, es darles amor, pero evitando la sobreprotección, porque no los ayudará en el futuro”, cerró Julia.