La exanimadora del Festiva de Viña y el programa “Manos al fuego”, Eva Gómez, reveló en el late “Pero con respeto” de Julio César Rodríguez, los trabajos que tuvo en su infancia cuando vivía en España para ayudar a su familia que era de bajos recursos, pero de mucho esfuerzo.
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Como su padre ganaba un sueldo muy bajo al ser militar, fue su mamá quien tuvo que parar la olla en la casa, gracias a su oficio de costurera que aprendió a los 13 años.
“Mi mamá es una mujer tremendamente luchadora, trabajadora, que nos sacó a todos adelante. Todos salimos adelante gracias a mi mamá”, comentó la sevillana, orgullosa.
Producto de la escases económica, la cantante de “Incomprendido” junto a Croni-k, se las tuvo que rebuscar para poder darse sus primeros gustos y comprarse unos pantalones jeans que le encantaban, pero no podía tenerlos por falta de dinero.
“Yo nunca tuve ropa comprada”, comentó, explicando que su mamá les hacía la ropa con retazos de tela que le quedaban de su trabajo como modista.
Fue ahí que decidió convertirse en la encargada de aseo de su edificio y comenzó a limpiar las escaleras todos los sábado. En un plazo de dos meses pudo comprar sus primeros jeans, a los 13 años. “Éramos una familia de esfuerzo”, confesó.
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“La música es mi vida”
Posteriormente, el aseo quedó a un lado porque le llegó otra propuesta laboral, donde dio sus primeros pasos como cantante en un bar frente a la casa donde vivía con sus padres.
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Cada noche cruzaba la calle, a escondida de su papá, y entonaba canciones de flamenco a cambio de propinas. Situación que su familia supo tiempo después, cuando ella ya estaba casada y era mayor de edad.
“La música es parte de mi vida, se me paran los pelos”, cerró la española respecto a su pasión artística.