La escena protagonizada por Gabriel Cañas y Francisco Reyes en “La Ley de Baltazar” aún mantiene los comentarios y los aplausos, tanto por su nivel de actuación como el contenido del guión. El personaje de Mariano, hijo de Baltazar, le suelta años de silencio y le recrimina que nunca lo haya apoyado por su orientación sexual.
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El actor que interpreta a Mariano, Gabriel Cañas, tuiteó tras la escena que “Gracias a todes por sus hermosas palabras y comentarios sobre MARIANO de #LALEYDEBALTAZAR es hora de tomar conciencia sobre lo peligroso que es el patriarcado y la absurda carrera de quién es más hombre!”.
Agregó que “la masculinidad puede ser hermosa, pero jamás debe castrar nuestro femenino”.
Ahora en entrevista con La Cuarta, el actor de Mega entregó más detalles de cómo se preparó para la escena.
“Lo más complicado creo que fue tratar de contener la emoción”, confiesa el actor al medio.
También revela que le cuesta aprenderse los textos, por lo que el fin de semana previo a aquella grabación, el actor se fue a la casa de sus papás en Romeral, Región del Maule, para estudiar allá. “Fue muy emocionante hacerlo junto a ellos”, expresó. “Era inevitable, para mí, que se cruzará con mi propia historia junto a mis padres”.
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Aunque sí se apuró en decir que su historia junto a su familia fue muy diferente y “llena de amor y aceptación”.
“Todo ese trabajo previo a las cámaras fue intenso al punto de que lloraba cada vez que leía la escena y soñaba con la secuencia de escenas”, sostuvo.
La estremecedora escena
Al respecto, Baltazar le pregunta a Mariano sobre qué es lo que le sucede con Hernán. “Es lo mismo de siempre”, le responde su hijo. “Tú siempre lo has sabido”, le indicó.
“Pensé que eso ya lo habías superado”, expresó su padre. “Eso no se supera papá. Eso es y siempre va a ser”, respondió Mariano.
Tras esto, Baltazar le recuerda que tiene una familia. “No entiendes cómo son las cosas. No es un camino. No depende de mí”, señaló su hijo.
Luego de esto, Mariano le dice que él ha hecho todo lo que él le pidió, pero que no funciona así. “Lo que yo soy, eso no va a cambiar. Y yo puedo mentir, puedo fingir, puedo “engañar a todo el mundo, pero lo que yo siento, no puedo hacer nada con eso”.
“Aunque te mueras de vergüenza y no quieras aceptarlo nunca en tu vida, yo siempre he sido gay”, manifestó.
Tras esto, Baltazar le preguntó si se está vengando. “Estoy siendo honesto, aunque te duela”, le indicó Mariano.
Luego de esto, su padre le preguntó si no estará confundido por estar pasando un mal momento con Sofía.
“Yo soy una persona que esconde su sexualidad. Eso no significa que yo haya cambiado. Yo lo único que he hecho ha sido aprender a mentir y llevar una doble vida. Todo por hacerle caso a las cosas que tú me impusiste”, afirmó Mariano.
“Yo nunca te impuse nada. Nunca te puse una pistola en el pecho. Todo lo hice por tu bien”, le expresó Baltazar.
Esto fue contradicho por Mariano. “Me acuerdo cada una de las palabras que me dijiste. Me hablaste sobre la importancia de la imagen de la familia, del dolor que le iba a causar a todo el mundo si yo me aceptaba tal cual era y yo me acuerdo perfecto cuando me dijiste que si la mamá estuviera viva, hubiera hecho cualquier cosa por tratar de ayudarme”, afirmó.
“Ayudarme papá. Yo no necesitaba ayuda, yo lo único que necesitaba era un papá. Un papá que me acogiera, que me aceptara tal cual yo era. Me hiciste sentir como una basura, me hiciste sentir como que estaba mal hecho. Me llené de culpa y esa culpa hizo que yo me casara”.
Tras esto, Baltazar le dice que está siendo injusto con él. “Eran otros tiempos Mariano, yo no tenía las suficientes herramientas para ayudarte”, le dijo.
“Eso no es un argumento. Mírate, mírate, todavía te mueres de vergüenza de tener un hijo gay. No puedes mirarme. Hablemos las cosas como son papá”, le respondió Mariano.
“No todo resultó tan mal. No. Pudiste formar una familia. Tener un hijo maravilloso. Una mujer que te ama. No creo que hayas sido tan infeliz tampoco”, afirmó Baltazar.
“Tú no tienes idea papá lo que a mi me hace feliz.(...) Yo soy una mentira papá y se siente horrible. Porque le miento a todo el mundo, le miento a la gente del trabajo, le miento a mi hijo”, expresó.
“Tengo una familia, pero, ¿a qué costo? Dime, ¿a qué costo? A costo de mi propia vida. Yo vivo una vida ajena”, manifestó Mariano.