Hace más de 10 años, el entonces futbolista Kike Acuña se convirtió en un personaje recurrente de la farándula chilena. Aparecía en todos los programas de cotilleo de la época y no precisamente por sus éxitos deportivos o incluso, porque se había casado y posteriormente separado de la popular exchica Mekano Carlita Jara.
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Lo que lo llevaba a ser el comentario obligado de los programas de televisión eran sus constantes apariciones en estado de ebriedad que eran grabadas por las cámaras. Claramente Acuña tenía un grave problema y así lo recordó hoy en el set de Más Vivi que Nunca, donde además reveló cómo logró terminar con sus excesos con el alcohol.
Sus palabras fueron replicadas en Página7, donde llamaron la atención por su sinceridad: “Me sentía un superhéroe y no me daba cuenta de que me estaba matando (…) siempre he dicho que jugué muchos partidos importantes, pero hoy el partido más relevante lo estoy jugando afuera, pues llevo limpio cinco años y para mí ese es el triunfo más grande de toda mi vida”, afirmó.
“Le hice mucho daño a la gente que me rodeaba, sobre todo a mi familia, me encerré en una burbuja donde me creía inmortal y se alejaron”, expresó.
Agregó que este problema afectó a toda su familia: “Mi mamá me mandaba mensajes y me escribía ‘hijo, ¿estás vivo?’, ese era el temor de ella, que la llamaran en la mañana para decirle que estaba muerto, y estuve cerca, porque desperté encima del tronco de un árbol mientras unos carabineros me golpeaban la ventana del auto y yo estaba metido ahí, nunca me di cuenta”.
Cuando Kike tocó fondo
El exdeportista confesó que sus excesos con el trago finalmente le pasaron la cuenta, llevándolo a tomar una drástica decisión. “Me estaba matando, pues estaba exactamente igual, no cambiaba”, declaró.
Delante de Vivi Kreutzberger reveló el crudo momento en que decidió dejar el alcohol. “Estaba con mi mamá tomando, y yo me estaba muriendo, no me salía nada, me sentía débil, con ganas de vomitar, me dolía la cabeza, caminaba y tiritaba. Entonces le dijo ‘sabes, voy a ir a la botillería de la esquina para comprar dos packs de cervezas, uno para mí y otro para ti, y desde mañana no tomo más’, y se puso a reír”, detalló.
“Yo le pregunté por qué se reía y me dijo ‘pero si me lo has dicho tantas veces’, y le respondí ‘pero mamita, si nunca te lo había dicho, tú me preguntabas si iba a dejar de tomar, pero hoy te lo digo, no tomo más’”, finalizó, asegurando que hoy es un hombre nuevo.