Los pañales han existido desde el inicio de la humanidad y, por supuesto, no siempre fueron de tela. Y menos biodegradables, como lo son hoy en día los babysec. De acuerdo a escritos y dibujos antiguos, los hubo de hoja del algodón, de pieles de animal, de hierba y muchos otros elementos creativos utilizados y que servían para el propósito.
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A finales de 1800 no se imaginaban que existirían los desechables, en especial los que son pañales para recién nacidos, porque entonces a los niños en Europa y Estados Unidos les colocaban un cuadrado o rectángulo de lino, franela o tela de algodón doblado en forma rectangular y sujeto con un imperdible. Y la primera que fabricó pañales de tela en masa fue Maria Allen, en 1887 en Estados Unidos.
Cuentan que durante la Segunda Guerra Mundial, las mujeres debieron incorporarse al trabajo industrial, para ocupar las vacantes causadas por la marcha de los hombres a la guerra. Con las madres trabajando fuera, por supuesto que no tenían tiempo para lavar los pañales a mano. Entonces, al alquien se le ocurrió montar el negocio de vender pañales, limpios y predoblados, recogiendo los sucios.
Se dice que por entonces germinó la idea de los pañales desechables. La primera almohadilla absorbente desechable usada como pañal fue probablemente la que fabricó Paulistrom en 1942, en Suecia. Era de tela de celulosa crepada cruda (sostenida por calzones de goma), probablemente porque el algodón fue un material estratégico durante la guerra.
En 1946 se introdujo el primer pañal impermeable. La historia narra que fue la frustración que sentía ante las sábanas húmedas la que llevó a Marion Donovan a crear un cobertor con una cortina de ducha. Después, le añadió corchetes, lo envolvió alrededor del pañal y ¡ya está! La revolución del mercado de los pañales de tela había comenzado. Ese primer experimento con la cortina de ducha condujo a la creación de los primeros cobertores reutilizables hechos del mismo nailon que la tela de paracaídas, y supuso el alivio colectivo de las madres estadounidenses.
Finalmente, en 1951, Marion Donovan vendió la patente del cobertor de pañal a Keko Corporation por… un millón de dólares.
No fue hasta los años 80 cuando se introdujeron las dos grandes características de los pañales desechables actuales: el velcro y el gel superabsorbente. Y el gran paso lo dieron Billy Gene Harper y Carlyle Harmon, cuando descubrieron los SAP (polímeros superabsorbentes), en 1966. Y ya 1986, los SAP finalmente se abrieron camino en los pañales desechables estadounidenses.
El primer pañal biodegradable lo lanzó al mercano la empresa mexicana Absormex, en el 2000.
Hoy se puede elegir entre 500 colores, estampados y estilos de pañales diferentes. ¿Qué tal?