Uno de los participantes que está en peligro de dejar el encierro de “Gran Hermano” en el capítulo de mañana es Francisco Arenas. Él quedó en la placa de nominación no por sus compañeros, sino por una sanción del dueño de casa tras empujar a una compañera a la piscina, quien tenía su micrófono puesto.
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De acuerdo a lo consignado por Página 7, el concursante de 61 años de edad confesó que lo motivó a ingresar al reality en una íntima conversación con Mónica y Hans. “Mi hermano le dio un accidente cerebrovascular, yo creo que esa fue una de las causas por las que vine acá”, comenzó.
“Estaba de lo más bien y, de un día para otro, fue a la casa de la mamá de su hija. Estaba comiendo y le dio una cuestión en la cara. Fue para la pandemia, justito cuando empezó la pandemia le dio esa cuestión”, agregó.
“Tenerlo a él es un sacrificio bien grande”
El daño cerebral fue en el lado izquierdo de su rostro, sin embargo, también le perjudicó el lado derecho. “No camina, este brazo le quedó quieto. Hay que llevarlo al baño, hay que levantarlo y acostarlo”, contó Francisco.
La madre de las hijas de su hermano es quien está a cargo de sus cuidados. “Yo la criticaba a ella, pero me di cuenta de que tiene un gran corazón y uno, de repente, habla cosas que no debe hablar”, confesó.
“Tenerlo a él es un sacrificio bien grande. En la casa no lo podemos tener porque mi hermana sale a las ocho a trabajar, lleva a sus dos hijos al colegio, sale a las 4 y mi papá queda solo en la casa; tiene 84 años… es harta pega”, cerró.