Valentina Ramos, exparticipante de los programas culinarios “El discípulo del chef” y “Masterchef”, sorprendió esta semana a sus seguidores de redes sociales al evidenciar una pérdida de 49 kilos de peso en seis meses, resultado de una dieta y cirugía que este jueves detalló en conversación con un medio de circulación nacional.
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Fue en septiembre del año pasado que Valentina reconoce no haber aguantado más con sus 112 kilos de peso. “Me había cansado de llevar este peso extra”, cuenta la joven de 34 años en lun.com.
Es bueno mirar hacia atrás, siempre veo mis fotos antiguas y digo que no quiero volver a ser esa persona
— Valentina Ramos
El cambio de la ex “Masterchef” y “El discípulo del chef”
“Creo que había llegado al máximo de mi sobrepeso, estaba en 122 kilos, me dolían las rodillas, los tobillos, me daba mucho lumbago. Era muy doloroso y lo más triste es que nada me quedaba bueno, había llegado al tope de las tallas, que era la 4XL. Así que dije basta”, reconoce.
Ese quiebre fue el que llevó a Valentina a dar el paso de buscar ayuda médica. “Al otro día que dije basta, pedí una hora con el doctor. Lo primero que hizo fue ponerme a dieta, pero no resultó. Estaba muy ansiosa por todo y siempre para mí fue difícil hacer dietas. El doctor decidió operarme con una manga gástrica”, contó Valentina, quien aparte de mostrar su cambio en redes sociales, ha llevado una estricta dieta para mantener sus actuales 73 kilos.
“Yo fui muy aplicada en el postoperatorio. Fui y voy todavía al psicólogo, comía la cantidad que indicó el doctor. cada vez que me daban ganas de comer otra cosa, me acordaba de lo que gasté en la operación”, señala.
“Para mí lo mejor de todo es que uso jeans y poleras de tallas bajas: bajé de talla 54 de pantalón a 44; son 10 talles menos”, cuenta llena de orgullo la ex “Masterchef”, quien enfatiza que complementa su dieta con un riguroso régimen de ejercicios. “Voy al gimnasio para ayudarme a mantenerme, pero igual queda la guatita de delantal. Esa me gustaría operármela más adelante”, confiesa.
Al otro día que dije basta, pedí una hora con el doctor. Lo primero que hizo fue ponerme a dieta, pero no resultó
— Valentina Ramos
“Es bueno mirar hacia atrás, siempre veo mis fotos antiguas y digo que no quiero volver a ser esa persona. Uno trata de aparentar que es feliz, pero te juro que no hay gordo feliz, por dentro es fome. Es triste y esa tristeza la suples con comida”, explica.
“Sigo con la misma chispa, tenía miedo de perderla, pero nada que ver. Lo que sí dejé de tomar alcohol y ahora me da lata carretear hasta tan tarde, porque además me da frío. A menos grasa más frío, jajajá”, finalizó.