El gendarme Manuel Guzmán quedará entre la espada y la pared luego del allanamiento que se realizará en la cárel El Faro, en el capítulo 317 de “Juego de Ilusiones”.
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Cabe recordar que Martín Lara, director del centro penitenciario femenino, se enteró por Graciela Vásquez que Alana guarda en su celular un registro del beso que se dieron durante el aislamiento del personaje de Dayana Amigo. Es por ello que decide llevar a cabo la operación para registrar las celdas.
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El adelanto del episodio que Mega emitirá el próximo lunes deja en evidencia que, durante la noche, un equipo de fuerzas especiales irrumpirá en la cárcel para inspeccionar cada una de las celdas.
Las reclusas son sacadas a la fuerza de sus habitaciones penitenciarias y, una vez afuera, Mariana le exige explicaciones al rol de Carlos Díaz. En tanto, la peligrosa presidiaria se encontraba preocupada no sólo por su teléfono, sino que también por la mercancía de droga que mantiene oculta.
Los “regalitos” de Guzmán a Alana
Luego, en el patio del penal, Alana distrae a Pacheco preguntándole por lo que estaba ocurrieno, mientras Lola extrae, sin que él se percate, su celular del bolsillo del pantalón, para de esta forma hacer una llamada que sería crucial en medio del caos que sucede en el centro penitenciario.
Entonces, Rumián logra conversar con el gendarme Manuel Guzmán, que esa noche se encontraba de franco. Durante la llamada le cuenta del imprevisto allanamiento y que no alcanzó a sacar la droga que ocultaba en su celda, incluidos unos “regalitos” del funcionario de la cárcel.
El anticipo de la teleserie diurna de Mega enseña varias escenas del allanamiento, entre estas una en la cual uno de los uniformados a cargo del operativo conversa con Martín en la celda de Alana, confirmándole el hallazgo de celulares y droga.
Mientras, el director de El Faro está concentrado en la almohada del rol de Dayana Amigo, pues recuerda las palabras de Graciela que le indican que en ese objeto de la cama esconde el celular donde tiene archivado el video del beso entre ambos, registro que obviamente no debería ver ninugún otro funcionario del recinto penal.