El gran escándalo que trajo a Camila Andrade a la línea A de la farándula chilena fue su romance con Francisco Kaminski, el cual motivó el quiebre de la relación de éste con Carla Jara. Gracias a esto, la expanelista de “Caja de Pandora” logró convertirse en una de las contrataciones más atractivas de la segunda temporada de “Gran Hermano”.
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El inicio de su participación estuvo marcada por la gran sombra que le hacía el locutor de radio, pero con el pasar del tiempo, ella volvió a brillar por luz propia. Sin embargo, una llamada de su pareja volvió a traer este romance a la memoria colectiva de todos.
Fue durante la dinámica del “teléfono” que la exanimadora de La Red recibió un llamado de parte de su enamorado, el exmarido de Carla Jara. “Hola, mi amor... te extraño mucho, mucho, muchooo. Con cada minuto que te veo ahí en la tele, en el reality te admiro cada vez más”, partió.
“Qué bien te has tomado todo. Eres de verdad una mujer única, espectacular y maravillosa. Qué bueno que la gente también se está dando cuenta de eso y quiero que sepas que mi corazón y mi alma están contigo en todo momento”, decía en el audio que escucharon todos los compañeros de la casa.
La confesión de Camila Andrade
Este sábado Cami Andrade confesó a sus compañeros sobre cómo se sintió con el llamado de su pareja. “Llevábamos una semana y media, dos. Las agradezco, de verdad que sí. Fue hermoso escuchar al Fran, fue lindo sentir el apoyo, aparte me dijo que hablaba con mi papá todos los días”, contó.
“Listo, ya, pero qué ganas de saber cómo estás tú, porque ellos nos ven todo el tiempo, pero nosotros estamos tan aislados que yo quiero saber cómo está la otra parte, yo quiero saber cómo está la otra parte, o ver a mi mamá, a mi pololo”, añadió Andrade.
“Luego de eso que yo recibí, me llega el audio, cuánto te dura... Yo estaba tan nerviosa aparte, lo mío fue muy inesperado (...) No sabía quién era, qué era, todo el mundo escuchando por altoparlante, contestó Sebastián (Ramírez), no contesté yo. Una hueá muy rara, muy frickeado. Me duró segundos”, continuó.
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“Estaba tan nerviosa, intentaba poner atención a todo. Aparte el Fran dijo mil hueas, que de seguro las tenía anotadas para que no se le fuera nada. Me acuerdo que esa misma noche intenté recordar todo lo que me decía y fue imposible”, confesó.
“El día siguiente ya necesitaba que me repitieran el audio, ¡no dura nada!, acá se desvanece rápido”, cerró.