A más de dos décadas de haber sorprendido en la escena musical con el lanzamiento, en 1998, de su primer trabajo en homenaje al folclor nacional, Luis Jara repitió este año en la previa a la conmemoración de Fiestas Patrias gracias a la presentación de su trabajo en conjunto con la agrupación cuequera “A Los Cuatro Vientos”.
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27 años de espera desde la presentación de un trabajo musical que fue producido por Leo García, y que en este 2025 vuelve al repertorio del cantante de la mano de una colaboración en conjunto con el reconocido grupo folclórico chileno.
El reencuentro de Luis Jara con la cueca
Un reencuentro con la raíz folclórica nacional que si bien ha estado presente en su repertorio y en sus presentaciones en vivo, retorna ahora desde el estudio de grabación con tres nuevas piezas criollas.
Las cuecas tituladas “Mándame a quitar la vida”, “Puerto de Valparaíso” y “Quisiera ser marinero”, que según revela el artista, más que ser una relectura de estas creaciones, se trata de “un puente entre generaciones”, donde confluye la madurez interpretativa de un artista con cuatro décadas de trayectoria y la vitalidad de una agrupación que aporta arreglos frescos y un pulso contemporáneo a la cueca chilena.
Según explican desde el entorno de Jara, esta producción “fue gestada íntegramente en Chile”, con el cantante y rostro televisivo como productor general y bajo la dirección musical de Israel Núñez, mientras que “la grabación y mezcla” corrieron por cuenta de Gerónimo Labrada, ingeniero con experiencia en el ámbito popular y de raíz.
Fue reencontrarme con mis raíces después de 27 años. Cantar cuecas con A Los Cuatro Vientos fue emocionante
— Luis Jara
Y si bien el estilo de Jara ha estado por décadas orientado hacia la balada, sus últimos años lo han presentado como un habitual explorador de otros géneros musicales, una oscilación artística que incluso lo ha llevado a realizar colaboraciones con artistas urbanos.
Pero hoy, el foco del cantante chileno se estaciona en las raíces patrias. Una nueva exploración a la cueca nacional, cuya base -indican sus cercanos- es “un gesto de reafirmación cultural y, al mismo tiempo, de exploración artística”.
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La reinvención de Luis Jara
“Fue reencontrarme con mis raíces después de 27 años”, señala Jara, quien reconoce que “cantar cuecas con ‘A Los Cuatro Vientos’ fue emocionante. Ellos traen la frescura de una nueva generación, y yo la experiencia de toda una vida en la música”.
“Juntos logramos una mezcla que me llena de orgullo”, asevera el artista, quien aclara que la música chilena “siempre ha estado presente”.
“Aunque me hice conocido por la balada, la música chilena ha sido mi base y mi escuela emocional. Hoy vuelve a ocupar un lugar muy importante en mi vida artística, porque siento la necesidad de volver al origen y cantar lo que me conecta más profundamente con mi gente”, puntualiza.
Respecto de sus expectativas con esta reinterpretación de la cueca, Jara adelanta que sólo “espero que sientan orgullo, emoción y alegría. Que se les mueva el corazón, que recuerden sus raíces, y que los jóvenes descubran la belleza de la cueca”.
“Mi anhelo es que este medley patrio los haga decir: ‘Así suena y así se siente Chile’”, finalizó.
Espero que sientan orgullo, emoción y alegría. Que se les mueva el corazón, que recuerden sus raíces, y que los jóvenes descubran la belleza de la cueca
— Luis Jara
La satisfacción de Jara también es compartida por cada integrante de “A Los Cuatro Vientos”, quienes reconocen que “esta alianza” marcará “un antes y un después” en la historia de su agrupación.
Como en el caso de Israel Núñez, voz y pandero del grupo, quien afirmó que “hacer esta colaboración es un hito como banda de folclore. Es un privilegio porque admiramos la carrera de Luis, su arte y su música”.
“Poder lograr esta colaboración cuequera y traer de vuelta a Luis Jara al folclore es un paso muy importante”, dijo.
En la misma línea, Cristóbal Martínez, voz y guitarra del grupo, destaca además el proceso creativo que permitió darles nueva vida a tres clásicos de la cueca chilena.
“Estas cuecas son tradicionales del folclore, y decidimos mantener esa esencia. La producción fue intencionadamente simple, sin arreglos modernos, con el objetivo que sonaran festivas, con energía, pero siempre conservando el aire de cueca tradicional. Logramos que mantuvieran su raíz folclórica y, al mismo tiempo, transmitieran alegría”, explicó.
“Hoy, gracias a la tecnología y las plataformas digitales, podemos masificar el folclore y llegar a públicos mucho más diversos”, agregó Núñez.
“La cueca está logrando ser más transversal, conectando tanto con nuevas generaciones como con generaciones más adultas. Se está volviendo más popular y cercana, derribando estigmas y prejuicios que en algún momento la hicieron decaer en importancia dentro de la cultura chilena”, finalizó.