Con el fin de enero se produce el normal recambio de veraneantes y el inicio del mes de febrero, en el que tradicionalmente hay más gente de vacaciones.
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Ese tiempo de reposo, tan deseado, genera entusiasmo. Pero los días previos muchas veces se viven con ansiedad en el trabajo.
”En la víspera de vacaciones, las personas deben terminar sus tareas, traspasar información a su reemplazante y preparar su descanso. Y todo eso genera una sensación de ansiedad y de estrés mientras se está trabajando. Cuesta laborar en los días previos a ese tiempo de ocio”, explica Lissette Domínguez, psicóloga laboral y directora de Atracción de Talentos de SOS Group.
Lo anterior se manifiesta en dolores corporales, desconcentración y falta de enfoque, por lo que se pasa de un tema a otro, lo que provoca cansancio y repercute en el ánimo y en el avance de las tareas.
La ansiedad por salir de vacaciones produce dos reacciones, según la personalidad del individuo.
”Están los que se desconectan del trabajo antes de tiempo, no concluyen sus tareas ni traspasan la información apropiadamente a su reemplazante. Estas personas corren el riesgo de que estando de vacaciones los llamen por teléfono desde la oficina para consultar por información, lo que perjudicando su descanso. Y otros trabajan intensamente hasta último minuto para dejar todas las tareas completadas y perfectas. Ellos terminan con cansancio extremo y perderán los primeros días de sus vacaciones en reponer energía”, dice la especialista.
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Y su consejo es claro.
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“Hay que trabajar hasta cuando corresponde, pero sin una autoexigencia que deje agotado. Nada cambiará de forma drástica. No nos vamos por un año, sino por dos o tres semanas”.
Para bajar el nivel de ansiedad, la experta de SOS Group recomienda “organizar el descanso con antelación, ojalá un mes antes. Esto evitará estresarse en la última semana estresarse con detalles de alojamiento, actividades y tours. También hay que organizarse en el trabajo, es decir, avanzar con tiempo con las tareas, para así no apurarse por terminar en la semana previa a vacaciones. Esto incluye definir al reemplazante y registrar con detalle la información que se le traspasará”.
Lissette Domínguez añade que “es bueno hacer ejercicios de respiración y de meditación, para calmar la mente y concentrarse”.
“Muchos piensan que es una pérdida de tiempo destinar 15 minutos diarios a respirar conscientemente o meditar. Pero eso ayuda a enfocarse en el trabajo y a bajar la ansiedad ante cualquier situación, como salir de vacaciones”.