A más de 24 horas de los incidentes ocurridos la tarde del miércoles en la ruta que une Cañete con Tirúa, en la Región del Biobío, la información no es clara y existen versiones cruzadas.
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Lo sucedido está siendo indagado por la Fiscalía, entidad que ordenó a la PDI encabezar las pericias, pero hasta ahora lo único claro es que hay un comunero fallecido (y no dos como informó inicialmente el ministro del Interior), otro en estado grave y un tercero que fue formalizado durante la tarde ayer.
El Presidente Sebastián Piñera, citando al Jefe de la Defensa de la Región, aseveró que todo se produjo producto de una emboscadas contra dos patrullas de Carabineros, perpetradas por un “grupo de violentistas”.
No titubeó en catalogarlos como “terroristas”, ni tampoco en defender con fuerza la labor de las policías y de las Fuerzas Armadas que colaboraron, pese a que familiares de quienes resultados heridos declararon que fueron víctimas de disparos “indiscriminados” por parte de los funcionarios y que, en ningún caso, hubo enfrentamientos.
El Mandatario también dijo que se había detenido a dos personas; sin embargo, más tarde la Fiscalía aclaró que fueron tres los aprehendidos y que sólo se pudo formalizar a uno -hermano del fallecido- y los otros dos fueron dejados en libertad por falta de pruebas.
De igual forma, aunque familiares de los involucrados hablan de al menos una decena de lesionados, sólo se contabilizan tres heridos y todos catalogados como “víctimas”.
Dadas las características de lo ocurrido, durante la tarde la Fiscalía informó que la investigación se dividió en dos. En una asumió el fiscal para causas de DD.HH. del Bío Bío, Nelson Vigueras, y en la otra continúa el fiscal para casos de violencia rural, Juan Yáñez.
Se buscará esclarecer la eventual participación de agentes del Estado en la muerte del comunero de 23 años y en las lesiones sufridas por, al menos, otras tres personas.