La muerte de Lucía Hiriart Rodríguez, como era de esperar, generó reacciones en todo el espectro político y, por cierto, marcó la recta final de la carrera presidencial, pues su deceso se produjo a sólo horas del cierre de las campañas, lo que obligó a los candidatos a abordar el asunto.
En sus respectivos estilos y con matices bastante disímiles, Gabriel Boric y José Antonio Kast marcaron distancia de la viuda del dictador Augusto Pinochet, en línea con las divisiones que genera su figura.
El abanderado frenteamplista, fiel a lo que ha sido su discurso en la materia, puso énfasis en que la otrora presidenta de Cema Chile murió en la impunidad, “pese al profundo dolor y división que causó a nuestro país”.
Declinó celebrar, como quienes llegaron con champaña en mano a Plaza Italia, y enfatizó en enviar sus respetos “a las víctimas de la dictadura de la que (Lucía Hiriart) fue parte”.
Aprovechó, asimismo, de sostener que “trabajamos por la justicia y la vida digna, sin caer en provocaciones ni violencia”.
Por su parte, José Antonio Kast, que por décadas ha reivindicado la dictadura militar, envió sus condolencias a la familia, pero aseveró que en ningún caso asistiría a los funerales de Hiriart.
“Yo no conocía a Lucía Hiriart, no soy cercano a la familia, no tengo un vínculo”, manifestó en entrevista con ADN.
Kast dijo que esperaba que el suceso no se tratara como un hecho político y consideró, por lo mismo, que no debía influir en los resultados electorales del domingo. Ni los suyos ni los de su contrincante.
De todas maneras, representantes de ambos comandos se refirieron a la noticia.
“Ha muerto una de las figuras centrales del pinochetismo, promotora de la división y el odio en el país. Junto a su marido, serán recordados por el daño y el horror al que sometieron al pueblo”, afirmó Karol Cariola (PC), mientras Mario Desbordes (RN) sostuvo: “Condolencias a familia. Lamento que algunos festinen con su partida. Su vida está unida a un período que terminó hace 30 años. Importante son los 50 años que vienen, más que el pasado”.
Al final de la tarde, el hijo menor de Hiriart, Marco Antonio Pinochet, dijo que su madre había partido “acompañada por todos sus hijos y nietos”, agradeció “las muestras de cariño” y confirmó que sus funerales “serán privados”.
