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La Comisión Nacional de Respuesta Pandémica no recomendó adelantar ni extender vacaciones escolares de invierno y de nuevo la autoridad descartó su consejo

La CNRP, el exConsejo Asesor Covid-19, casi siempre es bypaseado por el Minsal. Ministra Marí Begoña Yarza defendió la medida, mientras que el exministro Jaime Mañalich la calificó como “inadecuada”.

Polémica generó la decisión de adelantar y además extender una semana las vacaciones de invierno en todos los niveles escolares debido al aumento de enfermedades respiratorias de circulación viral, situación que mantiene una alta ocupación en las camas críticas pediátricas.

La determinación gubernamental fue anunciada el último martes en conjunto por los ministros de Salud y de Educación, María Begoña Yarza y Marco Antonio Ávila, respectivamente, e implica que el descanso invernal empezará el jueves 30 de junio y se retornará a las aulas el lunes 25 de julio, entre las regiones de Arica y Parinacota, y la de Los Lagos.

Y la controversia creció, pues la Comisión Nacional de Repuesta Pandémica -la CNRP, que en el Gobierno anterior se llamó Consejo Asesor Covid-19- no participó de la decisión, que corrió por cuenta de la autoridad sanitaria.

El acta de la reunión del CNRP del pasado viernes 10 de junio indica que “el Consejo considera, mayoritariamente, que existe incertidumbre en el impacto que puede generar el adelantar las vacaciones dentro de la saturación de la red asistencial pediátrica. Dado aquello, no existe una posición uniforme para recomendar la medida”.

“El Consejo recomienda realizar una campaña comunicacional sobre medidas de prevención, particularmente a nivel escolar, que enfatice el autocuidado y la vacunación... Se sugiere que en caso de adoptar la medida telemática como estrategia de prevención del contagio, sea focalizada en comunas y establecimientos donde exista una situación epidemiológica desfavorable”.

LA VOZ DEL CNRP

Y una de las integrantes del CNRP, la doctora Catterina Ferreccio -profesora de la Facultad de Medicina de la UC y quien antes estuvo también en el Consejo Asesor Covid-19- señaló a Publimetro respecto de la decisión oficial que “esto siempre pasa... Cuando se hacía una recomendación, el Gobierno anterior muchas veces no nos tomaba en cuenta en un porcentaje altísimo. Ahora se repitió eso, que sucede pues la autoridad toma en consideración otras cosas. Y en este caso el asunto era más complejo, porque somos asesores en coronavirus y la pregunta nos llegó por una urgencia de ambos ministerios”.

La especialista añadió que “en esa reunión no pudimos revisar con tranquilidad el tema, aunque muchos pensábamos que sí era bueno cerrar los colegios, considerando la transmisión viral y la sobrecarga de las camas. Pero el CNRP tuvo poco tiempo y por eso estábamos incómodos recomendando”.

La también subdirectora del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas explicó que “esa semana extra se puede recuperar, por ejemplo en diciembre. No hay que olvidar que históricamente cuando hay brotes en invierno son adelantadas las vacaciones. Y una solución para no pasar por lo mismo siempre es variar las fechas de descaso y a lo mejor hasta mover algo las de verano”.

La ministra María Begoña Yarza defendió ayer la decisión declarando que “es una medida preventiva, pues los virus respiratorios se adelantaron, y nos permitirá llegar con una respuesta antes del peak, que lo más probable es que sea desde el domingo 26 de junio”.

Y el exministro de Salud Jaime Mañalich dijo que adelantar y extender las próximas vacaciones es “inadecuado, y aún no hemos aquilatado bien el daño, sobre todo en educación básica y preescolar, de estos más de dos años de pandemia, con una tremenda y regresiva brecha. En el manejo de estas infecciones, lo último que debía ocurrir era cerrar las escuelas”.

UNA MIRADA DESDE LA PSICOPEDAGOGÍA

La directora de la carrera de Psicopedagogía de la Universidad Andrés Bello sede Viña del Mar, María Isabel Marín, indicó que “la decisión sobre las vacaciones de invierno puede ser necesaria por el contexto sanitario en el que nos encontramos según dijeron las autoridades sanitarias, para disminuir los contagios de los virus invernales y descongestionar tanto los centros asistenciales como el uso de las camas críticas. Aunque es claro que tiene complejidades en su aplicación, en lo educativo y en lo familiar”.

Respecto de cómo puede verse afectado el aprendizaje luego de dos años de alejamiento de los aulas y con retorno a las salas recién en marzo pasado, la académica dijo que “me parece que cuatro meses de presencialidad es un tiempo considerable para lo que pasó en 2020 y 2021. No ha sido fácil para los estudiantes el retorno tras el sistema remoto, por eso hay cansancio en ellos y también en los profesores”.

“Es necesario un descanso, pues si estamos agotados y estresados, no vamos a contar con las condiciones necesarias para concretar un bien aprendizaje. Y en este caso es mejor la calidad que la cantidad. Más que cumplir con un número determinado de semanas o avanzar en cantidad de contenidos, cobran relevancia el tipo de actividades y los desafíos planteados, y también cómo motivamos a los educandos con experiencias interesantes, entretenidas y con sentido.

Finalmente, sobre qué se les puede recomendar a los padres para estas largas vacaciones, la representante de la UNAB precisó que “los escolares deben descansar y desconectarse, saliendo de las actividades rutinarias para que realicen aquellas que les gustan y para las que no tienen tiempo. También sería bueno darle espacio a la improvisación y además que este descanso no esté lleno de obligaciones. Sé que esto es difícil y se convierte en un problema para los padres, porque las vacaciones laborales no están sujetas a este cambio de las vacaciones escolares”.

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