Si el libro publicado por John Cornwell en 2019 bajo el título de “El Papa de Hitler” produjo revuelo mundial con su planteamiento de que Pio XII ayudó a los nazis y guardó silencio ante el holocausto judío, ahora una investigación basada en archivos del Vaticano postula que la Iglesia Católica se enfocó en salvar a los israelíes que se habían convertido en católicos o que eran hijos de “matrimonios mixtos” de católicos y judíos.
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El debate sobre uno de los 264 pontífices se reactiva tras la presentación de “El Papa en la Guerra”, escrito por el Premio Pulitzer David Kentzer con el respaldo de miles de documentos de los archivos del Vaticano y de varios países -Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña- difundidos recientemente y que permiten presentar una historia de la II Guerra Mundial desde la perspectiva del papado de Pío XII y su red diplomática con las naciones del Eje y de los Aliados.
En su planteamiento, Kertzer dice que Pío optó por la cautela para evitar conflictos con los nazis. Se instruyó al diario L’Osservatore Romano que no publicara nada sobre los crímenes de los alemanes y que cooperase con la dictadura fascista de Benito Mussolini. Por ello, incluso se silenció las matanzas de la SS cuando se detuvo a judíos afuera de los muros del Vaticano y se los subió a trenes dirigidos a Auschwitz, como ocurrió el 16 de octubre de 1943. En rigor, el antropólogo concluye que Pío no fue “el Papa de Hitler”, aunque tampoco fue un abanderado de la causa judía, como decían los partidarios de Pío.
Cuál fue realmente la participación de El Vaticano
La mañana del 16 de octubre fueron capturados 1.259 judíos y llevados a un cuartel cerca del Vaticano, para enviarlos a Auschwitz. La secretaría de estado del Vaticano fue autorizada a enviar un delegado al cuartel, quien afirmó que entre los detenidos había “personas que habían sido bautizadas, confirmadas y que se habían casado por la iglesia”, según las notas del enviado. Luego preparó listas de quienes la iglesia consideraba católicos y se la pasó al embajador alemán, pidiéndole que interviniera. En total, se evitó la deportación de unas 250 de los 1.259 detenidos.
“Para mí, esto refleja la participación del Vaticano en la selección de judíos, de quién va a vivir y quien va a morir”, expresó el autor. “La cantidad de material que hay en estos archivos sobre la búsqueda de documentos de bautismo de judíos que podrían salvarlos es sorprendente”, enfatiza Kertzer.
Al fin, el valioso libro presenta la imagen de un pontífice retraído, que no era antisemita, pero que eligió la neutralidad como la forma de proteger los intereses de la Iglesia Católica en la guerra.
“Para mí esto refleja la participación de El Vaticano en la selección de judíos, de quién va a vivir y quién va a morir...”
— David Kentzer