Al embrujo de una leyenda que supera los mitos superlativos que se construyeron en Argentina en torno a Carlos Gardel y Diego Maradona, la figura de Evita Perón se encuentra instalada sin contrapeso en el altar supremo de la veneración popular a pocos días de cumplirse los 70 años de su fallecimiento.
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Eva María Duarte forma parte de la más ilustre historia trasandina, anclada en la idolatría del pueblo con el impulso de los distintos roles que cumplió durante su vida tan breve como convulsionada, donde fue cantante y actriz antes de casarse con Juan Domingo Perón y convertirse en Primera Dama (1946-1952) y presidenta del Partido Peronista Femenino, además de lograr el voto para las mujeres.
El próximo 26 de julio, día de la muerte de la “abanderada de los los descamisados” en 1952, Star+ estrenará “Santa Evita”, la miniserie de 7 episodios protagonizada por Natalia Oreiro y que tiene la producción ejecutiva de la mexicana Salma Hayek adapta a la pantalla la novela de Tomás Eloy Martínez.
La producción fue grabada en más de 40 locaciones de Buenos Aires y tuvo la participación de 120 actores, además de 1.300 extras.
El secuestro del cadáver
El libro toma como foco el destino incierto del cadáver embalsamado Evita luego que el Ejército derrocara al entonces presidente Juan Domingo Perón, el 16 de septiembre de 1955. En rigor, los militares ocultaron el cuerpo durante 16 años, con el fin de evitar que se convirtiera en un arma propagandística contra el régimen y reactivara el fervor popular.
A Eva Perón la definen su múltiples biógrafos como “una niña alegre y traviesa a la que le gustaba actuar, bailar y cantar; una cenicienta que pasó de la pobreza extrema al poder y la gloria; la inspiración de multitudes”.
Tras su muerte de un cáncer fulminante a los 33 años, fue declarada de manera póstuma «Jefa Espiritual de la Nación». El encono de quienes robaron su cadáver hizo que la esposa del caudillo gravitara como una figura política influyente en el gobierno de Perón. En una operación militar, el 22 de noviembre de 1955, el jefe a militar Carlos Moori entró con un grupo de oficiales a la CGT y secuestró el ataúd de Eva. Luego de ello, estuvo oculta y sepultada en Génova, hasta que el 3 de septiembre de 1971 el cadáver de Evita fue devuelto a su patria. Al fin, así se forjó el mito sobre un potente personaje histórico que renace en “Santa Evita”…
“No hay nada que sea más fuerte que un pueblo. Lo único que se necesita es decidirlo a ser justo, libre y soberano. Nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y así pude ver sus grandezas..”
— EVA PERÓN