En vistas de la crisis iniciada en octubre de 2019 con el “Estallido Social”, a la que siguieron la pandemia de coronavirus y sus inevitables consecuencias económicas (como la inflación), es que la consultora EY rastreó por medio de un estudio los cambios en los sentimientos y en los comportamientos de los consumidores.
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Llamado “Future Consume Index”, esta encuesta es de origen internacional, abarca a 25 países y se desarrollo en mayo y junio pasados para entregar lo que sus creadores denominan una “perspectiva de 360 grados”.
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Chile es incluido por segunda vez, y una de las principales conclusiones locales es que la inflación y la finanzas personales encabezan la lista de preocupaciones.
También quedó claro que el alza de los precios ha impulsado patrones más frugales de consumo. Y además que las personas cada vez son más conscientes del impacto ambiental de sus compras, pero que el alto costo de la vida los disuade de pagar más por productos sostenibles.
Las alzas en los precios de alimentos y artículos esenciales para el hogar representan la principal preocupación, con un 71,8%.
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Siguen el incremento de los cobros por gas, agua y gas (66,8%), y por bencina (65%). Continúan la posibilidad de aumentos en impuestos personales y/o familiares (65%), y la chance de ver afectados ingresos personales y/o familiares (62%).
“Los consumidores chilenos no son ajenos a la incertidumbre por el alza de precios en casi todos los sectores, causada por una tormenta perfecta de factores internos y externos”, dijo Pablo Arnuncio, socio de Consultoría en Transformación de EY.
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“Por eso en comparación a otros lados, acá el consumo se ha movido de forma más marcada hacia productos esenciales. Y dentro de ellos, se va a las opciones económicas”.
“Vemos también que baja la demanda por productos electrónicos y del cuidado del hogar, por la ropa y por las bebidas alcohólicas”, añadió.
El estudio reflejó también alta preocupación por el acceso a una atención médica de calidad (59,8%) y por los elevados costos asociados a lo sanitario (58,6%).
“Adicionalmente, hay otros aspectos que tuvieron un importante crecimiento durante estos años de pandemia, como la gran preocupación por la salud y el bienestar, sobre todo el mental, y también por la sostenibilidad. Pero respecto de lo último, y en algunos casos específicos, ha pasado a un segundo plano debido a las restricciones económicas”, explicó Pablo Arnuncio.
Y para no alejarse del “mundo sostenible” pese a lo caro que es acceder a productos encasillados en ese ítem, muchos consumidores nacionales están practicando el reciclaje y la reducción de desperdicios, y además se centran en un mejor mantenimiento y cuidado de los productos antes de adquirir otros nuevos.
En ese sentido, hay claros mensajes a las empresas: el 63% de los encuestados en Chile siente que ellas deben impulsar resultados sociales y ambientales positivos, el 62% considera que deben garantizar que los proveedores cumplan con altos estándares de prácticas sostenibles, y el 44% asume que los productos serían prohibidos si fueran malos para la sociedad o el medio ambiente.
CÓMO SE ESTÁ CAPEANDO LA INFLACIÓN
El economista y académico de la Universidad Andrés Bello, Gustavo Marcos Escobar, desmenuzó la encuesta de EY y le sumó más elementos al análisis.
“La inflación entre septiembre de 2017 y septiembre de 2021 fue de 15,4%, de acuerdo al INE. Y el aumento de los ingresos totales de las familias en ese mismo periodo fue de 16,4%, según la Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central. Así, el poder adquisitivo se mantuvo más o menos estable en ese periodo, con una pequeña alza”, dijo al profesor.
“Pero al asumir el mismo patrón de alza de ingresos entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, los hogares debieron aumentarlos en un 4,1%. Y la inflación en esa etapa ha sido sobre el 12%, lo que genera una caída del poder adquisitivo de cerca del 8%”, agregó el profesional.
Y para enfrentar esta situación, hay tres caminos.
“Son aumentar las deudas de consumo, buscar bienes sustitutos o cambiar los intermediarios comerciales”.
“El primero no es recomendable por el aumento de las tasas de interés. El segundo es una vía para mantener el mismo nivel de vida con menores precios con otras marcas. Y el último es, por ejemplo, dejar de comprar frutas y verduras en supermercados y hacerlo en ferias libres, o adquirir los abarrotes en supermercados mayoristas”, puntualizó Gustavo Marcos Escobar.
Si lo anterior no es suficiente, se reduce el consumo de bienes menos esenciales, como ir a restaurantes.
“Y se continúa con el cambio a productos de menor calidad, denominados en economía “bienes inferiores”. Por ejemplo, reducir o eliminar el consumo de carne y derivar a las hamburguesas”, cerró el economista.
EL MUNDO DIGITAL LLEGÓ PARA QUEDARSE
La pandemia impulsó a las plataformas digitales es otra de las conclusiones importantes del trabajo de EY.
Y por ello es que el 87% de los encuestados en Chile está suscrito a una empresa de streaming, el 48% ha escuchado transmisiones de audio en los últimos tres meses, y el 64% usa tarjetas bancarias para pagar online.
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Pero también creció la preocupación por la ciberseguridad.
Al 75% le inquieta compartir información personal en la web o una aplicación, y el 71% afirmó lo mismo sobre las mensajerías.
Además, al 56% en Chile le inquieta usar las redes sociales, cifra mayor al 48% registrado a nivel global por la encuesta.