Como el “peak más alto de la historia del país” calificó el flamante nuevo subsecretario de Redes Asistenciales, el experimentado médico Osvaldo Salgado Zepeda, la actual situación con las enfermedades respiratorias.
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Y entre ellas la más agresiva es la ocasionada por el virus respiratorio sincicial (VRS), que está acaparando nada menos que el 60% de los casos.
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Tan grave es el panorama que el exministro de Salud Jaime Mañalich vaticinó que si no había cambios en la estrategia del Ministerio de Salud, Minsal, podían morir hasta 120 niños, un augurio que rápidamente fue desmentido por las actuales autoridades sanitarias del país.
Hasta la 23ª semana epidemiológica -y según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Minsal, actualizados el martes 13 de junio y publicados por el Departamento de Epidemiología de esa cartera- iban seis bebés fallecidos, uno más que a la misma fecha de 2022.
Y los datos indicaron que 2010 y 2011 fueron los peores años del último tiempo, con trece muertes en pequeños a la misma altura de la temporada.
Los otros años registrados mostraron los siguientes números en la 23ª semana: ocho en 2012, 2013 y 2016; seis en 2014 y 2019; siete en 2015; tres en 2017 y 2018; uno en 2020, y cuatro en 2021.
Pero expertos en la materia consultados por Publimetro analizaron con miradas críticas tales estadísticas, y dieron cuenta de que hay que ir un poco más allá a la hora de revisarlas.
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“Esos datos son bien relativos, pues el número de muertes de niños por VRS es reducido todos los años. Comparar año tras año es un despropósito, porque se tiene mucho margen. Y también hay que considerar que en 2023 la circulación no tiene precedentes”, señaló el físico y analista de datos Rafael González, profesor Asistente del Centro de Nanotecnología Aplicada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor.
Y Claudia Saavedra, Doctora en Ciencias y académica del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Andrés Bello, precisó que “siempre es complicado el tema de los datos, porque pueden ser omitidas o sumadas cifras separadas de las enfermedades. No me parece correcto enfatizar por ahora solo desde el punto de vista de los fallecidos, porque todavía falta que llegue lo más crudo de la temporada de las enfermedades respiratorias”.
La vocera de la Sociedad de Microbiología de Chile añadió que “creo que es mejor un análisis considerando, por ejemplo, que tenemos una circulación de VRS que supera claramente a años anteriores, incluidos los prepandémicos. Y nunca podemos olvidar que estamos hablando de vidas humanas, y más encima de niños”.
Para Claudia Saavedra, “hay que centrarse en lo que se debe hacer antes, ser siempre precavidos y tomar medidas con anticipación para no llegar al extremo que vemos hoy, cuando se reacciona y se recurre a última hora a situaciones extremas”.
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Según Rafael González, “son más robustas las cifras completas de muertes por virus respiratorios, no solo sobre el VRS. Y lo otro que hay que considerar es que lo señalado es en base a los datos que va procesando el DEIS. Esa es una tarea que se realiza semana a semana, y además hay revisiones posteriores y siempre existe la posibilidad de que se haya contabilizado mal alguna muerte o que la causa del deceso sea otra. Ello obliga a reclasificar, con lo que se puede sumar o bien restar en el cálculo final”.
“Por eso hay que mirar con sumo cuidado lo informado, porque las cifras a lo mejor no son tan exactas. Y esta no se debe a una falta de competencia del DEIS, sino a que el proceso de clasificación es muy complejo y lleva bastante tiempo efectuar un completo análisis”, cerró Rafael González.
