La noche del miércoles el arquero de Colo-Colo, Brayan Cortés, fue víctima de una encerrona en la comuna de Calera de Tango. El portero llegó a una bencinera con su vehículo marca Jeep, y antes que pudiera cargar el combustible, desde un MG naranjo, bajaron delincuentes que lo amenazaron y golpearon con un arma.
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Los sujetos se dieron a la fuga con el auto del futbolista, que quedó en la Shell de Calera de Tango sin su teléfono.
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Fue ahí que comenzó a caminar haciendo “dedo”- tal como muestra LUN- intentando que alguien lo auxiliara, pero nadie se detenía.
Y es más que comprensible que a esa hora de la noche, en la oscuridad y ante el aumento de la delincuencia, nadie se quiera detener por desconfianza.
Luego de varios minutos un trabajador de delivery se acercó y el portero le pidió que lo llevara a una cancha cerca donde estaban jugando unos amigos, pero justo en ese momento pasó una patrulla de Carabineros, que lo llevó a la subcomisaría donde pudo llamar a un cercano quien ubicó el celular del futbolista, el que obviamente estaba en su auto.
Esto permitió dar origen a una persecución, que terminó con dos detenidos, el hallazgo del automóvil de Cortés en la comuna de San Bernardo, ya que quedó en panne de bencina.