Tanto en Córdoba como en Buenos Aires, Argentina, se ha conocido de esta nueva forma de estafa en los cajeros automáticos, que por medio de la instalación de un skimmer, clona la tarjeta sin necesidad de que haya contacto.
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El inspector de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI, Samuel Inzunza, explicó a Las Últimas Noticias que estos “dispositivos (fraudulentos) colocados en el cajero leen los chips. Cumplen una función similar a los POS, la maquinita móvil de Transbank que utilizan en las tiendas y el comercio en general”. Por lo tanto, “cuando una persona inserta una tarjeta en el cajero pasa por encima de este dispositivo fraudulento, que de inmediato lee la información contenida en el chip”.
“El objetivo es captar los números identificatorios del plástico y el dígito de seguridad que aparece detrás de la tarjeta. Cuando tienen esos datos pueden, ellos pueden realizar el fraude después”, agregó Insunza.
Siempre precavidos
Si bien desde la Bridec señalaron que se ha detectado una baja en el país de este tipo de estafas, ya que “se había trasladado a los medios de pago digitales”. Sin embargo, “con el avance tecnológico las personas que se dedican a estos fraudes se ponen más sofisticadas y crean nuevas fórmulas”, agregó el inspector Samuel Insunza.
Por esta razón, desde la Brigada de Delitos Económicos de la PDI llamaron a los usuarios a tomar una serie de precauciones al momento de operar los cajeros automáticos, para lo cual, se recomienda fijarse si existen “piezas sobrepuestas”, además de observar la ranura donde se introduce la tarjeta y el teclado numérico, con el objetivo de identificar que no esté intervenido”.
Finalmente, desde la Bridec informaron que este tipo de estafas se enmarca en el “delito de uso fraudulento de tarjetas de crédito y prepago. También dentro de la Ley 20.009, que limita la responsabilidad de los usuarios en caso de robo, hurto extravío o fraude de tarjetas bancarias”.