Cerca del mediodía se realizará la formalización de Jorge Ugalde (59), el cuñado de Eduardo Cruz-Coke, hombre asesinado junto a sus mellizos de 17, en su casa de La Reina.
En un primer momento, se dijo que el crimen respondía a un parricidio y posterior suicidio, pero no. Ahora el caso dio un vuelco y las autoridades precisan que tienen pruebas de sobra para acreditar que Ugalde es el responsable del triple crimen.
Pero, la hermana de Eduardo Cruz-Coke, Trinidad, también está imputada, aunque no detenida.
Jorge Abate, jefe de Delitos contra las Personas de la PDI, explicó que “tenemos totalmente acreditada la participación de la persona imputada y detenida. La investigación continúa así que no podemos descartar que existan otras personas involucradas“.
Hay que precisar que el Ugalde con Trinidad Cruz-Coke viven en una de las tres casas que se encuentran en el terreno de La Reina, mismo lugar donde fueron encontrados los cuerpos.
Todo por culpa de una herencia
De acuerdo al medio The Clinic, todo se remonta a 2014. El 4 de octubre de ese año, Jorge Ugalde, su esposa Trinidad Cruz-Coke y los padres de ella, Eduardo Cruz-Coke Madrid y Herta Japke, constituyeron la sociedad “Inmobiliaria e Inversiones Cruz-Coke Japke Limitada”. Sobre el papel, parecía un emprendimiento familiar dedicado al corretaje de propiedades.
Detrás de la creación de la sociedad habría existido un objetivo más profundo: asegurar el control del patrimonio inmobiliario del patriarca familiar. Eduardo Cruz-Coke Madrid aportó a la empresa cuatro propiedades —entre ellas un valioso terreno en el sector de La Cañada, en la comuna de La Reina—, quedándose con el 83,6% de la participación. Sin embargo, con el tiempo, esos movimientos financieros darían paso a tensiones internas que hoy forman parte del trasfondo del triple homicidio que remece a la familia.
Lo cierto es que, tras la muerte de Eduardo Cruz-Coke Madrid en 2017 y de Herta Japke en 2022, la totalidad del patrimonio familiar quedó bajo el control de Trinidad Cruz-Coke y su esposo, Jorge Ugalde, a través de la sociedad que ambos habían constituido en 2014. De esta forma, la pareja pasó a ser propietaria absoluta de los bienes, cuyo valor supera los mil millones de pesos.
“Sobre las motivaciones, tenemos indicios preliminares que dicen relación con diferencias familiares”, comentó el fiscal Francisco Lanas.

