La propuesta de la nueva Constitución ha generado diferentes reacciones internacionales, entre ellos un columnista del medio The Guardian, David Adler, quien destacó el trabajo realizado por la Convención y llamó a otro importante país a seguir su ejemplo.
PUBLICIDAD
“Chile está actualizando su Constitución para el siglo 21: Estados Unidos debería seguir su ejemplo”, comenzó para luego citar a Thomas Jefferson diciendo que “toda constitución expira luego de 19 años”.
Posteriormente, expone que “los ciudadanos de Estados Unidos están sufriendo las consecuencias de una Constitución creada por 55 hombres que poseían cientos de esclavos, miles de tierras y millones de dólares de riqueza”.
Recomendado
“Quiere una esposa, no una madre”: Revelan razón de Fernando Solabarrieta para separarse de Ivette Vergara
“Muy extraño y maloliente”: Carmen Hertz quedó furia tras filtración de reunión secreta
Marcela Vacarezza rememoró el día que Benjamín llegó a sus vidas: “El destino nos tenía el regalo”
“Chile ha concluido su propia convención para reemplazar la Convención de 1980 de Augusto Pinochet y su gobierno militar”.
Asimismo, David destacó que “el producto de la Convención es un documento visionario que no solo actualiza, expande y progresa los derechos fundamentales de los chilenos -a la salud, a la vivienda, al aborto, al trabajo digno y a un medioambiente habitable- sino que también define un nuevo estándar para la renovación democrática en el siglo 21″.
“Las consecuencias de la Constitución de Pinochet fueron fácilmente predecibles y serán familiares para los lectores de Estados Unidos de los cuales surgieron sus ideas”, complementó.
En este contexto, es donde el autor señala que la desigualdad incrementó, que la deuda exterior explotó y la precarización sufrió el mismo efecto, y claramente, el sistema de agua privatizada también llegó a su límite.
“La campaña para deslegitimar la Constitución ya comenzó. Incluso antes que la convención tomara su asiento, columnistas del Wall Street Journal lo calificaron como una ‘misión suicida’. Desde entonces, se ha librado una ‘guerra digital’ imparable para desacreditar la nueva constitución esparciendo mentiras y desinformación sobre sus contenidos”, concluyó el columnista.