Natalia Rodríguez, reconocida como Arenita tras su participación en el programa Yingo, compartió abiertamente su experiencia como madre a través de las redes sociales, desde su residencia en Dinamarca junto a su esposo Jens Bach y su hija Luisa, nacida en noviembre pasado.
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Recientemente, Rodríguez respondió a una pregunta de una seguidora sobre el inicio de la alimentación complementaria de su hija, quien tiene cinco meses de edad. La consulta giraba en torno a si comenzar a introducir alimentos sólidos se debía a indicaciones médicas o simplemente por iniciativa propia.
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La influencer explicó que en Dinamarca se recomienda comenzar con puré y avena con leche para bebés desde los cuatro meses, pero ella decidió ofrecerle fruta a Luisa, ya que mostraba interés y habilidades para manipular objetos y llevarlos a su boca.
“Natalia, tu hija nació días después que mi hijo. ¿Le estás dando solo para que pruebe o porque te dijeron en el pediatra? A fin de mes cumple seis meses, pero estoy ansiosa por darle frutita y comida. Quería saber si puedo darle o espero que le toque control”, lle consultó una seguidora
“Aquí (en Dinamarca) te dicen que puedes empezar a darle puré y avena con leche de bebés desde los cuatro meses, Yo le estoy dando fruta porque se ve interesada en lo que como y porque ya puede más o menos sentarse y meterse objetos a la boca”, respondió la ex Arenita.
No todos los bebés son iguales
Rodríguez compartió cómo su hija disfrutó de un plátano y destacó la utilidad de los chupetes con pequeños hoyos en esta etapa de transición. Además, enfatizó en la variabilidad de los niños, señalando que “todos los niños son diferentes”.
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a la alimentación complementaria indican que los lactantes deben alimentarse exclusivamente con leche materna o fórmula hasta los seis meses de edad, sin recibir ningún otro líquido o sólido, ni siquiera agua. A partir de los 6 meses, se deben introducir alimentos complementarios seguros y adecuados, manteniendo la lactancia hasta los 2 años o más, según consignó Página 7.
Las palabras de Natalia Rodríguez reflejan la diversidad de enfoques y experiencias en la crianza de los hijos, resaltando la importancia de adaptar las prácticas a las necesidades individuales de cada niño.