Hace unos días atrás, el comediante Mario Moreno, más conocido como Turrón, fue protagonista de una romántica escena junto a su pareja, luego que la joven de 30 años se arrodillara frente al Cristo Redentor en Brasil y le pidiera matrimonio.
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Pero, ad portas de casarse por tercera vez, con una mujer 26 años menor, el humorista de 56 años confesó que le preocupa su estado de salud, tras sufrir dos infartos al miocardio.
“Tengo el 25 por ciento de mi corazón vivo. El otro 75% está negro, está malo. Un infarto más y era el Turrón. Yo me duermo pensando en que al otro día no voy a amanecer. Lo tengo claro. Mi polola sabe que en cualquier momento puedo morir en sus brazos”, fue la sensible confesión que realizó en el programa Todo Va a Estar Bien de Vía X.
Además, respecto a su enamorada, destacó que “me dejo querer, es muy joven la lola que me persigue (...) Esta es la tercera y creo que ahora me anduve enamorando un poquito más”, sinceró.
La pedida de matrimonio a Turrón
Una sorpresa se llevó el comediante durante su viaje a Brasil. Su pareja, se puso en una rodilla para pedirle matrimonio.
“El día antes de ir a Brasil, compré los anillos porque desperté y dije: ‘¡Ya, este viaje debe ser inolvidable para él, porque se lo merece!’”, relató la masajista de 30 años a La Cuarta. Ella explicó que estaban de vacaciones en dicho país gracias al premio que Moreno ganó tras su participación en el estelar de Canal 13, “El Purgatorio”.
“Yo ya estoy decidida a seguir mi vida junto a él, porque me hace feliz”, comentó con orgullo.
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“Compré los anillos en Chile y los llevé sin que él supiera nada. Llegó el día, fueron al hotel a buscarnos, íbamos con más personas y todos sabían, ya que la guía turística les contó antes”, continuó. “Le pedí (a la guía) que dijera que nos tomaría una foto, y ahí Mario estaba posando cuando yo saqué mi cajita con los anillos de compromiso”, añadió.
“Estaba nerviosa cuando llegó el momento de mostrarle la cajita y arrodillarme. Ya se me salía el corazón por la boca, porque todos miraban, todos grababan, todos aplaudían. Le dije ‘Mario, ¿te quieres casar conmigo? Y me dijo sí”, contó Patricia.
“Yo tiritaba de alegría y nervios, porque mirar al Cristo Redentor es mágico, pero pedir matrimonio en ese lugar al hombre que yo veía por televisión y que ahora será mi futuro esposo... es algo que marcará mi vida para siempre”, cerró.