Muchas veces se ha dicho que los aparatos tecnológicos que la mayoría tenemos en nuestro bolsillo nos idiotizan; que nos vuelven dependientes. Si bien, el uso que se le dé puede varias según la generación, nadie se queda al margen de los celulares.
Y tanto ha sido la utilización que le damos a los teléfonos móviles, que incluso ha afectado a una de las actividades humanas más intimas, esto según una encuesta que llevó en el Reino Unido el fabricante tecnológico OnePlus.
Según revela el trabajo, 1 de cada 10 adultos sexualmente adultos asegura que prefiere revisar el celular antes que mantener relaciones sexuales con su pareja, algo que prende las alarmas para los expertos.
Es más, el estudio dio a conocer que los británicos, en su conjunto, dedican más de 67 millones de horas al día al “doomscrolling”, el hábito de navegar excesivamente por las redes sociales.
Esto no solamente reemplaza momentos de conexión real con otras personas, sino que también provoca efectos adversos, tales como el insomnio, ansiedad, agotamiento y la baja productividad. Sin ir más lejos, el 46% de los encuestados dice que su rendimiento diario se ve afectado por esto.
El caso de la Generación Z
En relación a la Generación Z, que actualmente tienen entre 18 y 27 años, el problema es aún peor. En promedio, pasan 2,5 horas diarias en actividades digitales, que incluyen sexting y cibersexo.
Celina Shi, directora de marketing de OnePlus Europa, señaló que “es fácil caer en el scroll sin sentido, incluso en momentos importantes”, advirtiendo que la conciencia del uso de estos aparatos es clave para recuperar vínculos y salud mental.
En conclusión, los teléfonos celulares son un claro objeto de distracción que puede llegar a afectar severamente la forma en que nos relacionamos, descansamos, pero también cómo vivimos la intimidad.