Un reciente cambio en la normativa vehicular permite el uso de gas natural comprimido en autos de hasta 15 años de antigüedad.
En Chile los combustibles son cada vez más costosos, y es que en pleno periodo pandémico se vivió un alza desmedida que se justificó con el alza del dólar, el conflicto bélico de Rusia y Ucrania, el estallido social, entre otros. Pero lo cierto es que la bencina ha subido alrededor de un 50% en los últimos 3 años.
En vista de esto, cada vez son más los conductores que buscan formas de ahorrar en sus traslados, ya sea eligiendo comprar autos con motores más eficientes o recurriendo al transporte público en favor de la mayor economía.
Sin embargo, son muchos los países donde se permiten las conversiones de los motores a combustión interna para poder ser usados con alternativas más económicas como el gas natural comprimido GNC o el gas licuado de petróleo GLP.
El GNC está compuesto principalmente por metano (CH4). Se extrae de yacimientos de gas natural y se somete a un proceso de compresión para reducir su volumen, permitiendo su almacenamiento y transporte. Es un combustible gaseoso.
El GLP en tanto es una mezcla de gases compuesta principalmente por propano (C3H8) y butano (C4H10). Es obtenido como subproducto del procesamiento de petróleo crudo y gas natural, y se somete a un proceso de licuefacción (cambio de estado que ocurre cuando pasa del estado gaseoso al líquido por el aumento de presión y la disminución de la temperatura) para facilitar su almacenamiento y transporte. Es un combustible líquido.
Ambos combustibles tienen un precio significativamente menor al de la gasolina, por lo que muchos conductores esperaban poder tener la autorización gubernamental para la conversión de los autos a este sistema.
Es por esto que aunque estos sistemas sean poco masivos en nuestro país y solo podamos ver su factibilidad de aplicación a través de la experiencia de otros mercados, el pasado 30 de agosto se publicó en el Diario Oficial una modificación al Decreto Supremo N 55 de 1988 del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones que reemplaza el artículo 1 bis, inciso primero, con la frase “cuyos motores hayan sido adaptados para utilizar GNC siempre que su antigüedad no exceda de quince años, y cuando hayan sido adaptados para utilizar GLP siempre que su antigüedad no exceda de siete años”.
En la práctica, esto autoriza a los conductores a poder realizar la conversión a sus autos para llegar a lo que en otros países se denomina como Thermo Hybrid (Híbrido térmico), ya que permite utilizar tanto el combustible original (bencina) como la nueva adaptación (gas) a demanda activando y desactivando el sistema auxiliar.
Si bien no todos los motores soportan bien este tipo de conversiones, esto permitirá los autos del año 2009 en adelante poder agregar GNC a su sistema de inyección, o desde 2017 en adelante para el caso del GLP.
Esto permitiría reducir en aproximadamente un 35% los costos por combustible a costa de una mayor necesidad de mantenimiento del motor y un menor volumen de carga, debido a la inclusión del tanque del sistema en el maletero.
¿Cómo impactará esto en la movilidad chilena? Solo el tiempo lo dirá. Pero al menos por ahora, ya es permitido para autos mayores a 2 años como se permitía antes.