Durante décadas, los fabricantes de automóviles fueron percibidos exclusivamente como constructores de vehículos: diseñaban, producían y vendían autos y camiones. Sin embargo, en los últimos años, esta definición se ha quedado corta. La transformación tecnológica, el auge de la movilidad inteligente y las nuevas demandas del mercado han llevado a muchas de estas compañías a expandir su campo de acción más allá del volante.
Hoy, algunas de las marcas más reconocidas del mundo no solo producen autos, sino que también desarrollan software, invierten en robótica, fabrican aviones ejecutivos, exploran la movilidad aérea urbana y ofrecen servicios financieros, entre otros negocios.
Este viraje no es casual: responde a la necesidad de sobrevivir en un entorno cambiante, altamente competitivo y cada vez más digitalizado. ¿Qué hay detrás de este fenómeno y qué otras industrias están conquistando los gigantes automotrices? A continuación, un repaso por los casos más emblemáticos.
Volkswagen: De autos a software y movilidad autónoma
El Grupo Volkswagen no solo es uno de los líderes globales en ventas de vehículos, sino que también apuesta fuerte por el software y la movilidad autónoma. Su filial Cariad, con más de 5.500 especialistas, desarrolla plataformas digitales para todos sus modelos. Además, ha invertido US$5 mil millones en una alianza con Rivian para crear software de vehículos eléctricos. En 2026, planea lanzar miles de robotaxis eléctricos en EE.UU. en colaboración con Uber.
Volkswagen también está desarrollando su propio sistema de conducción automatizada para el mercado chino, en colaboración con Horizon Robotics, a través de su empresa conjunta Carizon. Este sistema permitirá funciones de conducción autónoma de nivel 2+ y se espera que se introduzca en modelos de Volkswagen en China a partir de 2026.

Toyota: Pionera en hidrógeno y robótica
Toyota va más allá de los autos híbridos. Su división de robótica trabaja en soluciones de movilidad física, virtual y emocional. Además, ha lanzado “Toyota Hydrogen Solutions” para expandir el uso del hidrógeno en diversas aplicaciones, desde transporte hasta generación de energía.
La compañía también ha iniciado la construcción de Woven City, una ciudad prototipo cerca del Monte Fuji, destinada a probar tecnologías de movilidad del futuro, incluyendo vehículos autónomos, inteligencia artificial y energía de hidrógeno.

Mercedes-Benz: Lujo, finanzas y conducción autónoma
Mercedes-Benz combina lujo con innovación tecnológica. Fue el primer fabricante en obtener aprobación para conducción autónoma de nivel 3. En asociación con Bosch, ha iniciado proyectos piloto de servicios de transporte automatizado en San José, California. Además, ofrece servicios financieros que representan una parte significativa de sus ingresos.
La empresa también está invirtiendo en movilidad eléctrica, con planes para que su línea de vehículos sea completamente eléctrica para 2030, siempre que las condiciones del mercado lo permitan.

BMW: Carsharing y autonomía
BMW ha explorado el carsharing con servicios como DriveNow y ReachNow, que posteriormente se fusionaron en Share Now . También invierte en tecnologías de conducción autónoma, enfocándose en niveles 3 y 4 de automatización.
La compañía está desarrollando su propia plataforma de conducción autónoma en colaboración con Intel y Mobileye, con el objetivo de implementar estas tecnologías en sus vehículos en los próximos años.

Honda: De motocicletas a aviones y robots
Honda no solo fabrica autos y motos; también ha desarrollado el HondaJet, un avión ejecutivo ligero con diseño innovador. En robótica, su famoso robot Asimo ha demostrado habilidades humanas como caminar y servir bebidas.
Aunque el desarrollo de Asimo se ha detenido, Honda continúa investigando en robótica, centrándose en robots que puedan ayudar a las personas en su vida diaria, especialmente en el cuidado de personas mayores y con discapacidades.

Hyundai: Movilidad aérea y robótica
Hyundai apuesta por la movilidad aérea urbana (UAM), invirtiendo US$1,5 mil millones en el desarrollo de vehículos voladores para aliviar la congestión urbana. También explora la integración de la robótica en el metaverso, presentando su visión de “metamovilidad” .
La compañía ha adquirido Boston Dynamics, conocida por sus avanzados robots, y planea integrar estas tecnologías en sus soluciones de movilidad del futuro.

Tata Motors: Un conglomerado diversificado
Tata Motors forma parte del Tata Group, un conglomerado indio con presencia en sectores como acero, software, hotelería y energía. Bajo el liderazgo de Natarajan Chandrasekaran, el grupo ha aumentado sus ganancias diez veces desde 2016, enfocándose en innovación y sostenibilidad.
Tata Consultancy Services (TCS), la división de software del grupo, es una de las mayores empresas de tecnología de la información del mundo, proporcionando soluciones a clientes en más de 50 países.

Geely: De autos a vehículos voladores
El grupo chino Geely ha adquirido marcas como Volvo, Lotus y Polestar. También compró Terrafugia, una empresa estadounidense que desarrolla vehículos voladores, ampliando su alcance en la movilidad del futuro.
Geely está invirtiendo en tecnologías de movilidad aérea y ha anunciado planes para lanzar vehículos voladores al mercado en los próximos años, integrando estas soluciones en su ecosistema de movilidad.

General Motors: Liderazgo en Baterías y Autonomía
General Motors busca liderar la producción de baterías para vehículos eléctricos en América del Norte, invirtiendo US$3,5 mil millones en una planta en Indiana y desarrollando tecnologías de baterías más económicas. Su filial Cruise trabaja en vehículos autónomos, y planea relanzar el Chevy Bolt con baterías de litio-ferrofosfato .
La empresa también está explorando nuevas tecnologías de baterías, como las baterías de litio-manganeso enriquecido (LMR), que ofrecen mayor autonomía a menor costo.

Ford: Conectividad y servicios de movilidad
Ford ha creado Ford Smart Mobility para desarrollar servicios de movilidad, vehículos autónomos y conectividad. Además, Ford Land gestiona bienes raíces a nivel global, mostrando la diversificación de la empresa más allá de la fabricación de vehículos.
La compañía también ha invertido en la renovación de la estación central de Michigan en Detroit, transformándola en un centro de innovación para la movilidad del futuro, con incubadoras de startups y laboratorios de investigación.
