Si alguna vez planea viajar a Londres y toma un cuarto en el hotel Sangri-La, en el rascacielos The London Shard, porque le pareció barata, sospeche porque algo raro ocurre ahí.
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El problema es que la fachada del edificio es de vidrio y algunas de las ventanas reflejan lo que está pasando en el interior de las habitaciones. No, los que están fuera no ven nada, pero los huéspedes cercanos a dichos cuartos sí pueden echarle un ojito a sus vecinos.
Por supuesto, los ocupantes de estas habitaciones pueden cerrar las cortinas, pero hacerlo sería ignorar la impresionante vista que tiene esta torre de 310 metros.
Así que si decide quedarse en este hotel, mire antes si su estadía será pública para los demás huéspedes.
Fuente: Publimetro Colombia.