Myriam Hernández, la segunda gran invitada de “Pero con respeto”, el late de Julio César Rodríguez en Chilevisión, le confesó una infidencia que le ocurrió tiempo después de que Felipe Camiroaga murió en Juan Fernández. La artista estaba consideraba en ese fatídico viaje de 2011 al archipiélago, pero ella y su esposo a última hora se restaron de la travesía. En ese accidente murieron 21 personas.
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Ella le dijo a Julio César que Felipe Cubillos, otro de los fallecidos, la convidó varias veces a dicho viaje. El vuelo se pospuso en varias ocasiones hasta septiembre del 2011. Esa vez ella y su marido tenían contemplado subirse al avión y se traspapelaron con el viaje de su hijo a Europa. El joven volaba ese mismo día y tenían que ir a dejarlo al aeropuerto.
Por eso no pudieron viajar en el Casa 212 y Myriam Hernández así se lo hizo saber a Felipe Cubillos. “Qué difícil recordarlo. Llamé a Felipe Cubillos y le dije que no iríamos. Él me respondió que me quedara tranquila, que no había ningún problema. El día que fuimos a dejar a Jorge el aeropuerto y vamos de vuelta a la casa empiezo a ver Twitter y le comento lo que veo a mi esposo. Se me apretó el estómago. Él me dijo que era la típica broma”.
Myriam Hernández y la tragedia
Entonces Myriam Hernández llegó a su casa, encendió la televisión y se encontró con la tragedia. “Me puse a llorar, porque sentí que estaban muertos todos. Y luego le di gracias a Dios, pero con la pena y el peso de lo que pasó. Nos abrazamos y lloramos. Te cambia la vida en un segundo. En un segundo podríamos no haber estado”.
Y Myriam Hernández contó que una semana después fue a la nominación de los Grammy a Estados Unidos. Cuando venía de vuelta en el avión tuvo una aparición. “A la vuelta Jorge me dijo que iba a cenar. Yo le dije que no y él me acomodó la silla para que durmiera. Me duermo y veo que Jorge come pero de repente me tocan la rodilla y veo a Felipe Camiroga…”, dijo.
Su recuerdo de él en ese momento es que tenía “el pelo largo, una polera negra, su tatuaje. Me tocó el lado izquierdo. Dije ‘me estoy volviendo loca’. Tiritaba, pero él me dijo ‘Tranquila. Preocúpate de la segunda parte’. Fue un lapsus horrible. Sólo pienso en que fue por los misterios de la vida. Yo desde allí empecé a cuidarme. No ir en avionetas. Un poco antes, con Jorge, habíamos viajado en Bolivia en una avioneta y a la semana esa avioneta se cayó y murió el señor que pilotaba la avioneta. Ahora viajamos separados cuando andamos en avión”.