Durante la semana que acabó, el fútbol chileno se convirtió en una verdadera oficina de reclamos. Ya sea por el covid-19 o por el VAR, jugadores y técnicos de diferentes equipos se dedicaron a alegar por los micrófonos, sacándose de encima las responsabilidades propias y buscando beneficios futuros.
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Iquique le pasó por encima a Universidad de Concepción y el DT del “Campanil” protestó porque los “Dragones Celestes” tuvieron más descanso. “Hay cosas extrañas”, insinuó Eduardo Acevedo.
Curicó tuvo que jugar contra Huachipato con seis contagiados menos y terminó perdiendo. “Es una vergüenza”, se quejó el volante Carlos Espinosa.
Coquimbo clasificó a las semifinales de la Copa Sudamericana y apretó aún más el calendario del Campeonato Nacional, donde está peleando por no descender. “Lo que hace con nosotros la Anfp no es casual, es con mala intención, quizá para ayudar a Colo Colo”, sugirió el arquero y capitán, Matías Cano.
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— Colo-Colo (@ColoColo) December 19, 2020
Por el “Cacique”, Gustavo Quinteros también levantó sospechas luego de igualar ante Universidad Católica, aunque por el videoarbitraje. “Hay algo raro y oscuro”, lanzó el entrenador, mientras la UC “empató” publicando imágenes de un posible penal sobre Diego Valencia.
A sabiendas de que hay mucho en juego y de que entramos en la recta final del torneo, empezó el otro juego, el de las presiones, apelando a decisiones favorables tras los alegatos. Se sabe: el que no llora, no mama en el fútbol chileno.