Buenas sensaciones ha dejado Colo Colo en el comienzo de la temporada 2021. No fue menos que sus primeros dos rivales del Campeonato Nacional -empate 0-0 en el Monumental ante la difícil Unión La Calera y victoria por 2-1 en el siempre complicado El Salvador sobre Cobresal-, y fue bastante más que Universidad Católica hasta el 2-0 en la Supercopa.
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La tardanza en la llegada de los últimos dos refuerzos que ha pedido a gritos Gustavo Quinteros, el defensa central y el “9”, ha traído, paradójicamente, agradables sorpresas para el entrenador argentino-boliviano. El debutante Daniel Gutiérrez (18 años) ha estado a la altura en la zaga y el también joven -vale la pena recordarlo- Iván Morales (21) ha arrancado anotando.
El sábado, en El Cobre, el “Cacique” llegó a tener seis canteranos en cancha de forma simultánea. Los clubes serios, se sabe, deben basar su proyecto a largo plazo en las divisiones inferiores y estos juveniles no pueden menos que darles esperanzas a los hinchas, tras haber sido tapados por más tiempo del deseado por las viejas glorias.
Debido a que todo pasó a segundo plano en la campaña 2020 por el miedo a un inédito descenso, ha pasado inadvertida la larga racha sin perder que llevan los albos en el torneo local: van 11 partidos sin derrotas, con cinco triunfos y seis igualdades. En esos encuentros, apenas recibieron cinco goles.
Aspecto a mejorar, sin duda, es el bajón en los segundos tiempos. En los tres duelos de este inicio, fue notorio.
Si a todo lo anterior le sumamos la noticia de que Aníbal Mosa venderá sus acciones de Blanco y Negro, se abre otra ventana para dejar atrás uno de los períodos más oscuros de la historia de Colo Colo. Después del infierno del año pasado, asoman luces de resurrección en Macul.