Pese a dominar durante varios pasajes del encuentro, Universidad Católica no pudo ante Palmeiras, actual campeón de la Copa Libertadores, y perdió por la mínima en calidad de local por la ida de los octavos de final.
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Pero más allá del trámite del encuentro en sí, lo que se robó las miradas fue un dudoso penal cobrado por el árbitro Andrés Matonte a favor del «Verdao» y que Raphael Veiga se encargó de convertir, lo que a la postre sería el gol de la victoria.
En la jugada en cuestión, Deyverson sacó un centro por la derecha que rebota en la pierna de Germán Lanaro y luego le da en la mano. Matonte fue advertido por el VAR, revisó la jugada y decidió cobrar la pena máxima, pese a los intensos reclamos de la banca precordillerana.
Ante la determinación del colegiado, el técnico de los cruzados, Gustavo Poyet, se mostró furioso y disparó con todo, lo que fue captado por la transmisión oficial del encuentro. «Pasó en cancha de Boca Juniors y pasó con Cerro Porteño, los dos con equipos brasileños», exclamó el DT charrúa al borde del campo de juego, tras el polémico cobro de Matonte.
Los dichos del estratega uruguayo apuntan un tanto de los xeneizes que fue anulado por el video arbitraje, por una supuesta falta de Norberto Briasco contra Nathan Silva, en el duelo que terminó empatado sin goles ante Atlético Mineiro.
El otro choque al que hizo referencia Poyet, fue a la victoria de Fluminense por 2-0 ante Cerro Porteño. Cuando en duelo iba en empate a 0, el VAR, que contó con la presencia de los nacionales César Deischler y Eduardo Gamboa, invalidó un gol de los paraguayos por una supuesta posición de adelanto de Mauro Boselli, sin advertir de un futbolista brasilero habilitaba toda la jugada.