Las constantes amenazas y hostigamientos que recibió César Leiva lo llevaron a renunciar a su trabajo como encargado de las redes sociales de la Contraloría General de la República. Es que el publicista estaba detrás de Contralorito, la reconocida mascota azul de la institución.
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Para Leiva hubo un punto claro en el cual inician los ataques personales, luego que el diputado Juan Antonio Coloma pidiera un oficio para conocer su identidad, algo que el parlamentario de la UDI defendió asegurando que «todos tenemos derecho a saber quiénes manejan las cuentas de las instituciones públicas», en lo que en principio el publicista reconoció a Publimetro estar de acuerdo.
«Estoy de acuerdo en el concepto de transparencia, pero no en que un diputado públicamente haga uso de sus facultades para conocer la identidad de una sola persona. Utilizó un oficio, un recurso que le entrega la ley, para hacer valer esa herramienta para una necesidad personal, no hay que personificar las labores que son técnicas. Está demostrando que esa persona detrás de una cuenta institucional es a quien hay que atribuirle las críticas que él, su grupo o su sector, cree que hay que hacerle a la cuenta», dijo Leiva.
Pese a eso reconoce estar tranquilo tras los primeros días fuera de la institución. «Es dicotómico, porque tengo pena. Estaba muy cómodo en mi trabajo y esas cosas se aprecian, pero por otro lado es muy gratificante recibir el apoyo, las ofertas laborales, porque en el fondo mi trabajo se vio valorado», reconoció.
Por otra parte, también tuvo palabras para los seguidores de José Antonio Kast, a quienes apuntó como responsables de algunos ataques. «Hasta el día de hoy recibo mensajes de personas de ultraderecha o que se autodenominan ‘patriotas’. Ellos critican que se fiscalice a Carabineros, porque lo entienden como de su sector, pero la verdad es que todas las policías son apolíticas, no son de ningún sector».
Sobre las ofertas de trabajo, la persona detrás de las plumas azules no descartó volver al servicio público pese a las amenazas, ya que «desde el año 2014 vengo trabajando en la temática de la comunicación digital pública, por lo mismo tengo cierta preferencia que no quiero dejar de lado, porque creo firmemente que es una herramienta crucial para acercar el Estado a las personas y eso no me lo va a quitar nadie«.
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Las claves de Contralorito para hablar en redes sociales:
- El lenguaje claro y directo
- Temáticas que competen a Contraloría, pero con interés ciudadano
- Hablar del tema cuando está en el tapete
Uno de los grandes logros de Contralorito es que aumentaron las denuncias en Contraloría, lo que permite una mejor fiscalización. Leiva señala con orgullo que desde que comenzaron aumentaron «casi en un 400%. En el año 2017, sin estrategia de redes sociales, hubo 9.518 denuncias, mientras que el 2020 culminamos con cerca de 40 mil».
Las claves para lograrlo se basan en tres puntos para el publicista, las cuales aplicaron en sus cuentas. «Con Contralorito teníamos cerca de 30 ideas fuerzas que teníamos que posicionar, de manera creativa y reiterativa, pero por otro lado Contraloría comunicaba de manera formal resultados de auditorías, fiscalización, control jurídico, pero con un lenguaje claro», señala.
Para eso, primero «hablábamos con el experto, hacíamos la transformación del lenguaje más duro a uno digerible y luego los aspectos propios del mensaje, hacerlo creativo, entretenido, interactivo».
Otros personajes que siguieron esa línea fueron Gastón y Nova, del Ministerio de Energía y en los cuáles también participó Leiva. «En todas las instituciones se puede hacer lo mismo, para qué va a estar una institución en redes sociales si no es para que se visualice» y agrega que «la rigurosidad no tiene que ver con el tono o el estilo, incluso cuando un loro lo dice«.
Por lo mismo es una apuesta que no puede detenerse. «Logramos un gran fiato como equipo con los tres ilustradores que trabajaban con Contralorito, ninguno venía del mundo de las redes sociales, pero muchos aprendieron de sus dinámicas. Yo ya no tomo decisiones, pero es una estrategia que debe mantenerse«, cierra Leiva.
Las cinco tópicos más comunes que le preguntaban a Contralorito según Leiva:
- Uso de redes sociales institucionales
- Conflictos de intereses
- Abuso de imagen en comunicación interna
- Uso de bienes fiscales (autos, edificios, oficinas, etc)
- Consulta de funcionarios sobre sus propias responsabilidades (postnatal, uso de viáticos, vacaciones, estatutos, etc)