Mientras la tesis del suicidio cobra más fuerza, la policía londinense informó que este martes se le practicará la autopsia a Jacintha Saldanha, la enfermera víctima de una broma de parte de una emisora australiana (relacionada con el embarazo de Kate Middleton) y que extrañamente apareció muerta la semana pasada.
Saldanha, quien trabajaba en el hospital donde fue atendida Middleton debido a su embarazo del príncipe William, creyó haber atendido por teléfono a la reina Isabel II y al príncipe Carlos. Sin embargo, se trataba de dos presentadores australianos, que afirmaron estar destruidos tras enterarse de la repentina muerte de la trabajadora. “Estamos destrozados, abatidos, desconsolados y, evidentemente… todas nuestras simpatías están ahora con la familia y los amigos”, dijo Michael Christian, uno de los “bromistas” en entrevista con un canal de televisión.
Ante la hipótesis de que el deceso haya tenido que ver con esta broma, conversamos con el académico y experto en sicología laboral de la Universidad Andrés Bello, José Lizana, sobre cómo puede afectar la presión en el trabajo cuando se asumen grandes responsabilidades o situaciones de estrés.
“Las personas que trabajan en salud están expuestas a un estrés laboral alto, por lo que significa trabajar con la vida y la muerte. Ellos ya están expuestos a un gran agotamiento mental”, explica el sicólogo.
“El que esto se supiera pudo haber provocado una alta presión pública. Pudo haber desencadenado un estrés laboral, ansiedad y una depresión reactiva, lo que muchas veces puede llevar (incluso) al suicidio”, asegura el profesional.
“Ahora, un suicidio podría tener alguna explicación más endógena, pero esto (la broma y el juicio público) pudo ser un gatillante”, sentencia Lizana.En paralelo, el académico de la Universidad Católica y doctor en Comunicaciones de la Universidad de Westminster (Inglaterra), Sergio Godoy, comenta a Publimetro que “en Reino Unido los que atienden a la familia real tienen reglamentos estrictos. Además, hay aquí un compromiso más bien ético”, sostiene.
“Si tienes un trabajo o atiendes a la monarquía, quedar en vergüenza es bastante serio. En el peor de los casos implicaría perder el trabajo. La monarquía está muy expuesta, por eso tratan de cuidarse, y quienes trabajan para ella cumplen con condiciones muy explícitas, por lo que caer en una situación así debe ser muy complicado”, añade el entendido.