Sin sorpresas y tal como esperaba el mercado. El Banco Central (BC) decidió mantener la tasa de política monetaria en el actual 3,5%.
En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del ente emisor consideró que «los mercados financieros externos siguen mostrando volatilidad, muy influenciados por el próximo referéndum en el Reino Unido y la discusión en torno a la decisión de política monetaria de la Reserva Federal».
Y pese a resalta que el precio de gran parte de las materias primas ha aumentado, el BC subraya que «el cobre ha sido una de las excepciones», mientras que el dólar sigue con vaivenes y las estimaciones del crecimiento mundial no han variado.
En cuanto a lo interno, el organismo, destacó que «la variación del IPC de mayo fue algo menor que lo previsto y la inflación anual se mantuvo en 4,2%», con lo que «las expectativas de inflación a dos años plazo permanecen en 3%».
Por otro lado, el Consejo consideró los índices de confianza que permanecen en niveles pesimistas. «El empleo asalariado crece a tasas reducidas, la tasa de desempleo sigue baja y los salarios nominales se han desacelerado», añadió el ente emisor en un comunicado.
En todo caso, el BC advierte que «para asegurar la convergencia de la inflación a la meta se requerirá continuar con la normalización de la política monetaria, al ritmo implícito en el escenario base del IPoM más reciente», aunque añade que «desviaciones significativas de la convergencia de la inflación podrían modificar dicho ritmo».
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