Este viernes 29 de septiembre debe ser despachado por la Cámara de Diputados el proyecto de ley que busca postergar la entrada en vigencia de la nueva estructura curricular establecida en 2009 por la Ley General de Educación. La normativa, esbozada durante el primer mandato de la Presidenta Michelle Bachelet establecía que para este 2018 debería estar en ejercicio el cambio curricular de 6+6.
La reforma buscaba generar todo un cambio en el sistema educativo chileno que hoy está lejos de ser real. Incluso, según las indicaciones en el Congreso es probable que esta sea eventualmente aplazada hasta 2025, aunque ni aún ese plazo estaría confirmado.
Actualmente hay diversas reformas que se están implementando como la creación de la Nueva Educación Pública. Sin embargo, el cambio a 6+6 no fue incluído en esta pasada.
Las causas del retraso de la reforma en Educación
Respecto a este aplazamiento, Juan Eduardo García Huidobro, jefe de la División de Educación General del Ministerio de Educación explicó a Publimetro que fue el mismo Mineduc el que propuso el aplazamiento de la entrada en vigencia de la nueva estructura del sistema escolar principalmente por tres razones.
“Primero, porque se requerirá un ajuste en la infraestructura de los establecimientos educacionales de bastante envergadura, situación que se agudizaba en los sectores rurales y en zonas aisladas, la que, debido a otras urgencias, no se ha realizado”, argumentó el ex presidente del Consejo Asesor Presidencial para la Educación. Instancia creada en 2006 luego de las movilizaciones estudiantiles, misma organización que propuso esta reforma como una solución viable.
“La segunda razón es que aún faltan profesores especialistas que puedan desempeñarse en los actuales cursos séptimo y octavo. Según los datos que maneja el Mineduc, alrededor de 20 mil docentes que hacen clases en esos cursos son generalistas”, agregó García Huidobro.
A las dos anteriores se suma, en palabras del ex asesor presidencial, “que durante estos cuatro años se ha planteado al país una profunda reforma educacional que modifica profundamente el sistema. Por lo cual se decidió que la implementación de la estructura 6+6 se hiciera de un modo más paulatino”.
Reforma: los supuestos beneficios que traería el sistema 6+6
Tal como estipula la ley, con esta reforma se buscaba aprovechar de manera más óptima el tiempo escolar, alargando los años en los cuales hay un currículo más exigente.
Con ello implementar un cambio para la formación docente, porque con el formato 6+6 se requerirían profesionales especializados por área, y no generalista, en las diferentes asignaturas del actual séptimo y octavo básico. Los que de implementarse la reforma, pasarían a ser primer y segundo año de enseñanza media.
Sin embargo, pruebas estandarizadas de medición como el Simce no se verían necesariamente modificadas.
La reforma pensada hace 8 años atrás ha tenido varios detractores. Uno de ellos es, por ejemplo, la Fundación Educación 2020 quienes argumentan que no necesariamente el cambio de estructura de ciclos se adecua mejor al desarrollo psicológico de los estudiantes. Esto, ya que “no es claro cómo esto impactará en el desempeño de los estudiantes”.
“Es improbable que un cambio en la estructura de los ciclos sea capaz de impactar el núcleo pedagógico, y por ende el aprendizaje de los estudiantes, a no ser que sea acompañado de elementos que afecten directamente lo que sucede en el aula”, agregan desde la fundación.
Además, también especifican que “las escuelas que han adoptado este sistema son principalmente particulares pagadas. Por lo que los resultados pueden deberse al nivel socioeconómico de los estudiantes y no a la estructura de los cursos”.
El proyecto de ley, actualmente se encuentra en su tercer trámite constitucional con suma urgencia luego que fuese ingresada a inicios de marzo en el Congreso.
