Encerrado desde hace semanas en su hogar está el doctor Enrique Paris, desarrollando sus labores académicas, médicas y de lucha contra el coronavirus a distancia.
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“He hecho todo por Internet pues esto hay que tomarlo muy en serio”, parte diciendo el médico al recibir a primera hora el llamado telefónico de Publimetro.
“Ahora no soy capaz de hacer un pronóstico alarmista, pero no es fácil la situación y desafortunadamente va a seguir complicándose. De hecho, vamos a tener más infectados y más fallecidos. Esta es una situación nueva en todo el mundo y es lógico que ahora haya muchas preguntas sin responder”, añade el ex presidente del Colegio Médico y uno de los miembros de la Mesa Social Covid-19.
-¿Cuál es su opinión del manejo de la pandemia en Chile?
-Aunque no me gusta comparar, en relación a otros países acá fueron tomadas varias medidas mucho antes, como el cierre de las fronteras y de los colegios, y la cuarentena. Siempre hay que acoger dudas y sugerencias, pero al revisar los datos de la universidad estadounidense Johns Hopkins y en base a las cifras de enfermos y fallecidos hasta el último lunes, tenemos una letalidad de 1,1%, que es bajísima a nivel latinoamericano. Otro dato que vale la pena mirar son las curvas que publica el diario El País de España, que muestran que no estamos siguiendo la evolución de muertos de los países más afectados de Europa.
-Pero ha habido críticas sobre los exámenes…
-Somos el país de Latinoamérica que ha hecho más test, tratando de simular lo de Corea del Sur, cuyo éxito en el manejo de la enfermedad se basó en ese parámetro, para detectar a los infectados y a sus contactos y enviarlos de inmediato a la cuarentena para limitar la diseminación del virus. También se dice que faltan ventiladores mecánicos, pero hay más de 500 que están a la espera de ser distribuidos.
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-Los funcionarios de la salud se quejan de que no les dan insumos…
-Es cierto que en algunos lugares no han llegado a tiempo, pero me sorprendió una crónica de La Tercera del fin de semana en la que una enfermera contó que tuvo que bajar a la bodega para darse cuenta de que ahí estaban todos los insumos, pero la gente de bodega no los entregó pues manejan otros conceptos y visiones, distintos a los de quienes están atendiendo. Hay que coordinar mejor eso.
-¿Y cree que el Minsal y el Gobierno han entregado poca información, como denuncia el Colegio Médico?
-Si uno entra a la página web del Minsal se da cuenta de que cada dos días se renueva la información con mapas comunales. Además, el Ministerio de Ciencias entrega datos incluso más acabados. Yo les pregunto a los que critican qué datos específicos desean que se les entregue. Y su postura me parece muy bien, porque todo contribuye a manejar mejor la pandemia. Pero también digo que autoridades sanitarias de otros Gobiernos, como Jeanette Vega, ex subsecretaria de Salud Pública y ex directora de Fonasa, tienen otra actitud y reconocen que se han hecho bien las cosas.
-Asumo que está satisfecho con lo hecho en la Mesa Social Covid-19…
-Sí, aunque lo he pasado muy mal, porque alguien a quien no quiero nombrar me dijo que qué hacía ahí, a quién representaba. Y repliqué que era mejor hacer las críticas en ese espacio y no por los medios de comunicación. Pero ya hice borrón y cuenta nueva, y lo mejor es seguir apoyando. Yo no me cité solo, a mí me pidieron participar y lo hago con gusto para ayudar, como lo hice antes cuando Álvaro Erazo era ministro de Salud y estuve en un grupo similar por el H1N1 en el primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Son cosas que hay que soportar.
-¿Y qué le parece la actuación del ministro de Salud, Jaime Mañalich?
-Se le ataca por su manejo mediático, y pienso que él debe controlarse un poco y no entrar en la pelea chica por Twitter. Eso, desgraciadamente, produce resquemores.
-Usted ha compartido con varios alcaldes en la Mesa Social Covid-19, ¿qué piensa de lo que han hecho ellos?
-La labor de los municipios es muy importante, desde entregar cajas de mercadería a remedios y elementos de aseo a los más necesitados. Los servicios de salud municipales también deben apoyar, y eso es lo que les he pedido a los alcaldes en las reuniones que hemos tenido… Pero leí que una señora de Las Condes decía que aún no iban a vacunar en la casa a su mamá ya muy mayor contra la influenza. En esa misma comuna hay un hogar de ancianos con gente infectada de coronavirus. Y veo al alcalde Joaquín Lavín (arriba) todas las mañanas en los matinales. Así es obvio que las cosas no se están priorizando como corresponde. Él debería estar trabajando para evitar hechos como los que mencioné. Y como Joaquín Lavín hay muchos alcaldes en lo mismo. Sería mejor que se dediquen a sus municipios para trabajar en esta emergencia sanitaria, y cuando pase todo ojalá puedan seguir yendo a los matinales. Se defienden como gato de espalda cuando se dice esto, pero es verdad.
El espinudo tema de las cuarentenas
Enrique Paris es cuidadoso a la hora de referirse a la aplicación de la cuarentena.
“Para determinarla hay dos tipos de criterio. Uno es sanitario: cuántos contagiados hay, cómo aumenta su número y la cantidad de fallecidos. Y otro es social: la situación de la población para asumir la cuarentena. No es lo mismo hacerla con sueldo seguro, tarjeta bancaria y en una casa grande que en un lugar pobre, donde la gente se gana el pan a diario vendiendo y más encima viven hacinados. Si a esas personas se les impone una cuarentena total, cómo van a comer. El Estado quizás debería darles plata, como se ha hecho en otros países, pues podemos producir desnutrición y mortalidad. Insisto. Qué pasa si en una comuna pobre con cuarentena los adultos mayores deben salir a cobrar su pensión y buscar sus remedios… Y hay que imaginar lo mal que estará encerrada una familia con tres niños en un departamento de 50 metros cuadrados. No es fácil tomar la decisión. Al que vive en una casa con jardín y piscina le da lo mismo, pero esos son unos pocos. Se debe bajar el tema a la realidad y a lo mejor es posible tomar medidas drásticas, pero hay que estar bien preparados”.
-¿Entonces no es bueno exigirla globalmente?
-Hay gente en el Parlamento que vive en otro mundo. Ellos en el propio Congreso sacan dinero del cajero automático. No piensan en el resto. Hace poco fui a una radio muy pequeña en el barrio Franklin, y la gente me preguntaba qué hacer si les cerraban la carnicería o la panadería, o si no funcionaba su puesto en el mercado persa. Cerrar todo significa la quiebra de muchas pymes, por eso las determinantes sociales en salud son tan importantes.
-¿Entonces usted no es partidario de la cuarentena total?
-Repito lo que dijo desde el comienzo el representante OMS-OPS en Chile, Fernando Leanes: es muy fácil pedir cuarentena total, a todos les gusta la idea y la compran, pero imponerla es volver a la Edad Media, cuando era lo único válido ante una pandemia como la peste negra. Al cuarto día todos van a estar arrancando, y eso pasó en Italia y en España. No aguantaron, volvieron a salir de fiesta y miren cómo están ahora. Una cuarentena hay que prepararla con mucho cuidado, analizando lo económico no de las grandes empresas, sino que de las personas comunes y corrientes que no podrán trabajar ni cobrar sus platas, y no poseen seguro de cesantía.