Los dos casos sospechosos de “Fiebre Q” nuevamente ponen en el ojo del huracán a la empresa lechera “Manuka”, afincada en el kilómetro 30 de la ruta que une las comunas de Osorno y Puerto Octay, en la región de Los Lagos.
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Allí trabajan los hasta ahora dos casos sospechosos de la Fiebre Q: una veterinaria de 28 años que habría estado en contacto con animales, y un técnico agrícola que ejercía labores como apoyo de parto.
Pero esta no es la primera vez que la empresa neozelandesa se ve envuelta en una polémica: en 2013 la productora de leche fue acusada de llevar a cabo una matanza de 1.500 terneros a punta de martillazos e inyecciones de aire al interior de la Hacienda Rupanco.
La historia de la matanza en Manuka
El repudiable hecho fue denunciado por un grupo de trabajadores ante la justicia. A través de impactantes videos e imágenes se confirmó la mayor matanza de animales en la historia del país.
Los dardos apuntaron directamente a dos altos cargos de la empresa: el gerente de producción, Zachary Reuben Ward de nacionalidad neozelandesa y el el jefe del área de crianza de los terneros, Gonzalo García.
El caso lo llevó adelante la Fiscalía de Río Negro, entre 2014 y 2019 por la fiscal Leyla Chahín, y luego por el nuevo fiscal jefe Daniel Alvarado, quien todavía está a la espera de la extradición de Ward, a quien se le imputan cargos por maltrato animal de carácter reiterativo durante los años 2012 y 2013.
Y es que apenas se conoció el video de su participación en la matanza, Zachary Ward escapó del país con un millonario finiquito pagado por la misma empresa, quien lo posicionó en un nuevo cargo en otra empresa ligada a Manuka en Nueva Zelanda, según dio a conocer Radio Bío Bío en 2019.
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Esto, en parelelo al arrepentimiento que la empresa mostraba ante la opinión pública. En un comunicado, la lechera reconoció que hubo irregularidades durante los procesos de eutanasia de “algunos terneros”.
En el caso de Gonzalo García, quien también escapó del país, finalmente la justicia decidió absolverlo por falta de pruebas, imputándole cargos solamente a Ward por su participación evidente en la matanza de los terneros.
En diciembre de 2020, la Fiscalía de Río Negro entregó a través de su canal diplomático todos los antecedentes a Fiscalía General de Nueva Zelanda. Se trata de las declaraciones de dos testigos que complementan de manera precisa la participación del imputado.
El caso también fue llevado por el diputado Fidel Espinoza ante la Cámara de Diputados. Y tras conocerse los dos casos sospechosos de Fiebre Q, el parlamentario volvió a la carga contra la empresa.
“Aquí hay gente que está quedando con secuelas y la espera de siete años para que Manuka adecue sus procesos ha sido ya más que suficiente: exigimos mayor responsabilidad social, laboral y de seguridad con sus trabajadores”, indicó el diputado.