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Todo lo que debes saber de la Eficiencia Energética en Chile

Desde febrero de 2021, Chile cuenta con su primera Ley de Eficiencia Energética, la cual busca hacer un uso racional y eficiente de los recursos y que abarca prácticamente todos los consumos energéticos de país: Transporte, Industria y Minería; además del sector residencial, público y comercial.

Completa guía de este apasionante tema.

Así, y luego de más de dos años de tramitación en el Congreso, se aprobó la primera Ley de Eficiencia Energética de Chile. De esta forma, se promueve el uso racional y eficiente de los recursos energéticos para contribuir a mejorar la productividad, la competitividad económica y la calidad de vida de las personas, y reducir las emisiones de contaminante.

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“De aplicarse adecuadamente las medidas contempladas en la ley al 2030, tendremos una reducción de intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones Ton CO2. Esto equivale a evitar el recorrido anual de 15,8 millones de vehículos livianos o a la absorción anual de 1,8 millones de hectáreas de bosque nativo”, sostuvo en la oportunidad el actual biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet.

En concordancia con lo anterior, Jobet explicó que, “por ejemplo, las viviendas nuevas tendrán una etiqueta de eficiencia energética, como las de los refrigeradores, informando los gastos energéticos de la edificación. Esto permitirá a las personas tener mejor información al momento de arrendar o comprar viviendas. Además, y con la finalidad de promover un uso más eficiente y limpio de la energía en transporte, entrega las facultades para establecer estándares de eficiencia energética para los vehículos. Esto permitirá tener ciudades más limpias, silenciosas y con una mejor calidad de vida”.

Algunos ejemplos de eficiencia energética en nuestro día a día son el aislamiento de edificios así reduciendo la necesidad de usar sistemas de climatización; cambiar las bombillas o lámparas de las viviendas por lámparas LED que son más duraderas y emiten la mimas cantidad de luz, o abrir sólo lo necesario, como con tu refrigerador. La idea es que para que no pierda la temperatura, debes abrirlo solo lo necesario y por el menor tiempo posible. Recuperar temperatura gasta más energía. Lo mismo pasa al introducir alimentos calientes.

Las nuevas etiquetas son progresivas en cuanto a calidad del aprovechamiento de recursos.

Las etiquetas

Dentro del plan se incluyó una nueva clasificación energética de los electrodomésticos, según una escala que evalúa su consumo. Así, puedes diferenciar los aparatos que consumen menos energía de los que consumen más e incidir en tu decisión de compra. Su objetivo es promover los productos que son más eficientes energéticamente.

Antes había algo parecido, pero las etiquetas energéticas se categorizaban en un espectro que iba de la clase A+++ a la G. Ahora, en las nuevas etiquetas energéticas se cataloga el electrodoméstico en una escala de calificación energética compuesta de siete letras correlativas; de la A a la G, siendo A la mejor calificación y G la peor.

Estas 7 clases de eficiencia, identificadas por un código de colores y letras, van desde el color verde y la letra A para los más eficientes, hasta el color rojo y la letra G para los menos eficientes. En el caso de algunos productos, la etiqueta también indica el consumo de agua, el nivel de ruido y de calor.

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