El entrenador de Colo Colo, Gustavo Quinteros, rememoró este jueves, en una entrevista dada al streaming “Media Punta” de los periodistas Daniel Arrieta y Verónica Bianchi, los primeros y difíciles momentos que padeció al arribar a la banca popular y en los que fue testigo de “una situación horrible” al ver la reacción de algunos futbolistas al tener que disputar un partido de promoción para evitar el descenso a Primera B.
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El estratego del Cacique además recordó su viaje de dos días a Chile, en plena pandemia de Covid-19, para firmar en 2020 por el cuadro albo, que a esas alturas ya estaba peleando en los últimos puestos del torneo nacional.
El duro primer año de Gustavo Quinteros
“Era un riesgo inmenso, muy grande para el prestigio mío”, señaló Quinteros, quien venía a la banca alba después de haber ganado varios títulos con otros clubes. “Había sido campeón en muchos lados, entonces nunca había tomado un equipo en esa situación, pero fueron más grandes las ganas que tuve que dije voy y me arriesgué. Salió bien”, afirmó.
Sin embargo, y más allá de su prestigio como entrenador, lo que a Quinteros más le impactó de su primer año en Colo Colo, fue la reacción que varios de sus futbolistas tuvieron luego del partido de la última fecha del campeonato, donde un gol en los descuentos de O’Higgins (empate 1-1) los condenó a jugar el partido de promoción frente a la Universidad de Concepción.
“Después del partido con O’Higgins vi una situación horrible en el vestuario con Gabriel Suazo y otros jugadores. Con llanto, angustia y dolor”, reveló el DT.
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“Volvimos en el bus al estadio y allí dije que tenía que hacer algo. Por eso subí a la parte de arriba del bus y conversé con el plantel. Fue una charla muy importante porque salió muy bien. Vi que los jugadores se recuperaron, estaban bien e iban a jugar con todo lo que tenían (el duelo ante la “U” penquista)”, recordó Quinteros.
“Entramos a jugar una final y creo que la actitud de los futbolistas fue superior a la del rival. En la previa les dije un montón de cosas que no las tenía preparadas y sólo me salieron del corazón”, agregó.
“Todavía hay gente que me para en la calle y me agradece que haya venido en ese momento tan complejo, con el club en problemas y en medio de la pandemia. En ese entonces había un montón de inconvenientes, con los jugadores en paro y mala relación entre ellos y los dirigentes, entonces empecé a intentar solucionar las cosas para empezar a ganar y tener un vestuario positivo. Realizamos asados, reuniones y todos empezaron a poner de su parte para llegar al objetivo que era la salvación”, finalizó.